Spider-Man 3
Estados Unidos
139 minutos
Aviso: Quiero dejar claro que todas las descripciones, epítetos e insultos que vais a leer se refieren exclusivamente a los personajes y elementos de la película y NO del cómic (que para mí a estas alturas tiene poco o nada que ver). Lo aviso más que nada para que no os sulfuréis como putas cuando llame a Eddie Brock “capullo amanerado” o al puto Venom de mierda “mancha de chapapote viviente”. Básicamente lo hago para ahorrarme tener que estar diferenciando continuamente la película de un cómic que, seamos sinceros TODO CRISTO SE CONOCE AL DEDILLO. Esto es aplicable a toda la crítica, excepto al párrafo en el que hablo de Gwen Stacy, que está buena que te cagas tanto en la peli como en el cómic.
Aviso 2: Fans e incondicionales de Sam Raimi, yo en vuestro lugar no leería esto…
Hace poco os exponía con detalle las razones que hacen de ‘Ghost Rider’ (2007) una de las peores adaptaciones de cómic a la gran pantalla jamás realizadas. Y si bien el filme de Mark Steven Johnson es una bazofia vergonzosa y humillante y una mierda de película a todos los niveles, como mínimo se le puede anteponer la excusa de que “sabiendo quién la dirige, te puedes imaginar MÁS O MENOS la bazofia que va a ser”. Pero lo de Spider-man 3 no tiene nombre ni perdón de dios. Yo entiendo hasta que Sam Raimi puede ser un director de culto de reconocido talento, con un estilo propio muy chachi y molón (según sus seguidores), con miles de fans y toda esa mierda, pero eso no justifica un carajo el que se haya atrevido a semejante despropósito. Lo que ha hecho Sam Raimi es una traición propia de un anticristo en la tierra, dar a los espectadores una puñalada trapera, hacernos tragar UNA MIERDA COMO UN PIANO, burlándose ya no de un personaje, o de una historia, o incluso de las bases y precedentes que él mismo sentó en las dos anteriores entregas de la saga, sino DEL PÚBLICO.
Raimi ha tenido los huevos de gastarse una millonada acojonante en una especie de pancarta de un kilómetro cuadrado en la que pone “COMO SÓIS TODOS UNOS GILIPOLLAS VAIS A PAGAR SEIS EUROS POR VER LO QUE SE ME HA OCURRIDO FILMAR MIENTRAS ESTABA CAGANDO EN EL VÁTER”. O lo que es lo mismo, ha rodado Spider-man 3. Y ya me pueden crucificar en el foro los fanáticos de este caradura, porque no pienso retractarme: A efectos de lo que ha hecho con Spider-man 3, Sam Raimi es poco menos que lo mismo que El Dioni: un tipejo que cuando ha visto la pasta gansa al alcance de sus garras ha dicho “que trabajen los idiotas, yo de esta me unto de billetes y además me van a adorar por ello aunque la película sea un zurullo”.
Básicamente, esta foto plasma la esencia de lo que significa para Sam Raimi el concepto “Spider-man 3”
Por lo pronto Spider-man 3 consta de CINCO líneas argumentales entremezcladas, lo que de entrada hace suponer que, a menos que la película dure cuatro horas (y no es así), cada una de estas tramas va a estar contada en el mejor de los casos, de forma bastante atropellada. La realidad es, por supuesto, que cada trama esta contada CON LA PUNTA DEL CIPOTE, por decirlo suavemente. Con tal de incrustar elementos del cómic a presión (y tergiversados como le ha salido del ojete), Raimi se ha dedicado a enlazar personajes, tramas y conceptos de la primera manera que se le ha ocurrido, cambiando sin el menor escrúpulo acontecimientos de las anteriores entregas de la saga y/o sembrando la película de tremendas lagunas argumentales, todo ello con la ayuda de su hermano, enchufado a muerte, y de Alvin Sargent, guionista de Spider-man 2 (cuyo final CON ESE ISÓTOPO NUCLEAR QUE ES APAGADO TIRÁNDOLO AL AGUA ya apestaba a culo de babuino en celo). Veámoslo con detalle:
LÍNEA ARGUMENTAL NÚMERO 1: EL PUTO TRAJE NEGRO / PETER PARKER SE VUELVE MALOTE
La Impresionante transformación de Peter Parker. Yo también me vuelvo malote cada vez que sopla una ventolera.
Una noche Peter y Mary Jane se van, como cualquier pareja de tórtolos neoyorquinos, a darse el lote a Central Park. Bueno, como cualquier pareja no exactamente, los muy anormales se tumban en una pedazo de telaraña gigante (sobre todo discreción para no poner en peligro la identidad secreta de Spider-man ¿eh?) a la vista de cualquiera que pase a menos de quinientos metros y tenga media miopía menos que Rompetechos. Entonces cae un meteorito del cielo y de él surge una pequeña mancha de chapapote viviente vulgarmente conocida como “simbionte” que se adhiere a la matrícula del amoto de Peter y se va con la pareja sin ellos saberlo cuando regresan a casa. Mucha gente me ha dicho por ahí “menuda patraña, el meteorito justo cae al lado de Peter Parker, vaya mierda de película”, pues mira, ahí yo la defiendo porque, ¿cómo no va a saber dónde caer el simbionte si desde el aire se debe ver la puta telaraña a un kilómetro de distancia?
Dos gilipollas se balanceaban sobre la tela de una araaaañaaa,
como veían que no se caían fueron a llamar a un puto chapapoooteee…
¡¡¡REÍROS MALDITOS, REÍROS!!!
Días después, una noche en la que Peter se queda dormido con el traje de Spider-man puesto MENOS LA MÁSCARA, el simbionte se le pega al traje envolviéndolo por completo y GENERANDO UNA MÁSCARA exactamente igual que la original y al parecer del mismo material, neopreno con ojos de plástico translúcido, SE APRECIA PERFECTAMENTE (¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿PERO QUÉ COJO….?¿?¿?¿?¿?¿??¿?¿?¿?¿?¿?¿?). Como veremos casi al final de la película (Y COMO TODOS VOSTROS AMIGOS LECTORES SABÉIS DE SOBRA), si el simbionte se pega a la piel de un ser humano se fusiona con él, convirtiéndole en un simpático monstruo, con lo que la escena que acabo de describir es una puta absurdez sin ninguna lógica y una estafa a todos los efectos:
Seguro que hasta tiene la etiqueta cosida al forro…
Sea como sea, y gracias a las oportunas explicaciones de otro personaje, el simpático Doctor Connors (que suponemos está previsto que se convierta en el Lagarto, en alguna futura entrega, en el supuesto de que se haga y yo espero que NO sea así), nos enteramos de que el simbionte potencia la agresividad del ser vivo al que se adhiere. Total, que Peter de pronto se pone de un farruco subido que da asco, que luce un repelente flequillo, baila por la calle, se pone violento con facilidad, y le pone cuernos a su novia Mary Jane con la nueva macizona del barrio, de la que hablaré ahora mismito. Y aquí Sam Raimi nos descubre su verdadera vocación, que no es el cine de terror ni de superhéroes ni nada que se le parezca: La verdadera pasión de Raimi (después de destrozar mitos) son las comedias musicales.
Una de dos: o el comentario irónico que hago arriba sobre Sam Raimi y su pasión por los musicales es cierto, o bien es que nos toma por subnormales… ¿Hace falta que os diga lo que yo pienso de verdad?
LÍNEA ARGUMENTAL NUMERO 2: EL NUEVO DUENDE VERDE/TORTUGA NINJA DEL SKATEBOARD VOLADOR
Harry Osborn, como ya vimos casi al final de la anterior entrega, encuentra el arsenal duendil de su padre y ávido de venganza se convierte en el nuevo duende, aunque aplica ciertas modificaciones a su equipo para ser más cool, con un aerodeslizador en forma de skateboard y un atuendo en plan ciber (tortuga) ninja con katana y todo:
Robert Rodríguez no sabía las funestas consecuencias que tendría para el cine el perpetrar la saga ‘Spy Kids’. De haberlo sabido probablemente se hubiera volado los sesos antes de cometer ese error.
Esta cantona indumentaria se complementa con una buena ración de espantosos caretos de maloso y sonrisas híper-ahostiables en plan Tom Cruise, que acaban de hundir el personaje en el ridículo más humillante:
Suerte que una granada le desgracia la cara en la última media hora, que si no ya me habría ahorcado…
Su principal objetivo en la vida es matar a Peter Parker o lo que es lo mismo, a Spider-man. Sin embargo, durante el primer combate con el trepamuros casi al principio del filme, se da un hostión en la cabeza que le deja amnésico perdido. Pero esto no dura mucho y en seguida vuelve a acordarse de que quiere matar a Spider-man (vamos, que lo de la amnesia sirve de bien poco argumentalmente hablando). El caso es que antes de matarle quiere hacerle sufrir, y para ello se planta en casa de Mary Jane vestido de Duende con toda la parafernalia, y le obliga a que le diga a Peter que quiere cortar con él, bajo amenaza de matarle. De nuevo la absurdez inunda la pantalla. Vamos por partes:
Mary Jane sabe que Peter es Spider-man
Harry Osborn sabe que Peter es Spider-man
Mary Jane sabe que Harry es el Duende
Mary Jane sabe que Peter sabe que Harry es el Duende
Mary-Jane sabe que Harry sabe que Peter es Spider-man
(DE HECHO EN ESTE MOMENTO DE LA PELÍCULA TODO CRISTO SABE QUIÉN ES QUIÉN)
Por lo tanto
¿POR QUÉ COJONES SE PRESTA AL CHANTAJE DEL DUENDE QUEDANDO CON PETER PARA DECIRLE QUE CORTA CON ÉL, CUANDO LE PUEDE DECIR PERFECTAMENTE “OYE MIRA, QUE HARRY ES EL DUENDE, VUELVE A RECORDARLO TODO Y HAY QUE PARARLE LOS PIES”?
En fin, todo esto sirve para llegar dando un absurdo e innecesario rodeo a lo que todos esperaban ver: una pelea a hostias entre Peter y Harry. Peter se planta en casa de Harry ataviado con su flamante traje negro y se lía a meterle sopapos, pero Harry se defiende usando las cuchillas del antebrazo de su traje de duende QUE LLEVA DEBAJO DE LA CAMISA (¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?). La trifulca llega hasta el laboratorio secreto de la mansión, donde Harry guarda su arsenal de Duende. Pero tener explosivos en casa es peligroso, y Harry lo comprueba en sus propias carnes cuando al lanzarle una de sus famosas granadas a Peter, el otro se la devuelve y le estalla en su puta cara, aunque por lo visto la granada debía estar caducada o algo porque solo le produce quemaduras muy cool en media cara y no muere.
Cuando, un ratillo después, Venom y El Hombre De Arena secuestran a Mary Jane, Peter (que ya se ha desecho del traje negro y por lo tanto vuelve a ser un tío simpaticote y enrollao) le pide ayuda con todo el morro a Harry, y cuando él le manda a la mierda, tiene lugar el giro argumental más mugriento e indignante de toda la película: el mayordomo de Harry, un anciano que hasta ese momento apenas había salido, REVELA QUE ÉL EXAMINÓ LA HERIDA QUE MATÓ A NORMAN OSBORN Y PUEDE ASEGURAR QUE FUE PRODUCIDA POR LAS CUCHILLAS DEL AERODESLIZADOR, POR LO TANTO SPIDER-MAN NO LE MATÓ (lo cual es cierto). Acto seguido, Harry admite su error y deja de culpar a Peter por la muerte de su padre (¡venga, alegría!). Nuevamente el espectador se cuestiona dos grandes interrogantes: 1) PUTO MAYORDOMO ¿¿¿¿NO PODÍAS DECIRLO ANTES DESGRACIADO???? y 2) PUTO SEÑOR RAIMI ¿¿¿NOS TOMA USTED POR GILIPOLLAS???
“Spider-man no mató a tu padre, Larry…YO SOY TU PADRE”
(en realidad no lo dice, pero si lo dijera tampoco seria mucho más indignante…)
El caso es que Harry se une a Spider-man para enfrentarse a los dos malosos de la peli en la batalla final, en la que morirá como buen secundario sobrante.
LÍNEA ARGUMENTAL NÚMERO 3: EL HOMBRE DE ARENA /¿PERO QUIÉN COÑO MATÓ AL TÍO BEN?
Esto es lo que pasa cuando tomas el sol en la playa untado de crema bronceadora y algún pequeño hijo de puta pasa corriendo a tu lado levantando la puta arena con sus trompicones.
Uno de los dos nuevos villanos que presenta el filme. Flint Marko, ladrón fugado de la cárcel con una hija gravemente enferma (y por eso roba, para poder pagar un tratamiento médico decente) que, huyendo de la bofia se cuela en unas instalaciones del gobierno donde se dedican a desmolecularizar arena en una enorme y peligrosísima máquina (¿ein? ¿qué pasa? ¿es que en vuestro barrio no hay una de esas?). Marko se cae en la máquina y es convertido accidentalmente en el Hombre De Arena (ya es mala suerte coño). A partir de ahí se dedica a utilizar sus sorprendentes poderes para atracar furgones blindados, y para luchar con Spider-man.
Hasta aquí la cosa está pasable, pero por lo visto a los Raimi Brothers no les hacía gracia tener un villano decente en la película, había que enmierdarlo de alguna forma, y se les ocurrió la siguiente desfachatez: ¿os acordáis de aquel gilipollas que se cargó al tío Ben en la primera película? Pues nada, borrad eso, tal cosa nunca sucedió. Resulta que el tipo ese no iba solo, tenía como “cómplice” a Flint Marko (¡pero si cometió el atraco solo! ¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?), que fue el que se cargó al tio Ben de un tiro intentando robar su coche (en el que nunca se montó porque lo hizo el otro rufián ¿?¿?). Por supuesto, cuando Peter Parker se entera de esta “nueva verdad” se cabrea un pelín y decide perseguir al arenoso delincuente para hacerle pupita (aunque dan a entender que el famoso traje negro influye en los deseos de venganza de Peter… o no… bueno no sé… ¿quién sabe lo que pasa por la mente un chifl… ¿Quién sabe lo que pasa por la mente de Sam Raimi y de su hermano?).
-Efectivamente Peter, analizando el ADN de la mierda de paloma de la suela del zapato del atracador,
hemos descubierto que el verdadero asesino de tu tío fue Flint Marko
-Pero ¿qué coño de giro argumental es este? ¡¡¡¿TE CREES QUE ESTO ES SAW?!!!
Su monólogo tras la batalla final, flashback tergiversador incluido, es de las escenas más ridículas y estafadoras que se puedan iimaginar (en su momento profundizaré en ello como es debido). Con todo, la interpretación de Thomas Haden Church es más que convincente, dándole una humanidad al personaje que resulta increíble y sobre todo muy de agradecer, dada la desfachatez que impregna el film de cabo a rabo. Además la estética del personaje y las escenas en las que lo vemos en acción usando sus poderes son de lo poco que respeta realmente el cómic original, asi que este personaje es sin duda de lo mejor que tiene la película, aunque por desgracia lo hayan estropeado con una trama absurda y metida con calzador.
LÍNEA ARGUMENTAL NÚMERO 4: LAS NEURAS DE MARY JANE / LAS TETAS DE GWEN STACY
“Snif, snif… Soy una fracasada…”
Mary Jane está muy buena y todo eso, pero como cantante no vale una mierda. Triste pero cierto. Tras una única actuación es sustituida en el papel protagonista del musical de Broadway en el que actúa, con la consiguiente depre de caballo, acrecentada por la aparición de una nueva jamona en la ciudad, la despampanante y fantabulosa Gwen Stacy (Bryce Dallas Howard, con esa marquita tan mona que tiene en la nariz y todo):
Que no ofusquen vuestras mentes estas imágenes. Aunque la “calidad visual” de la película haya aumentado, sigue siendo un puto bodrio.
En realidad este pibonazo no es nuevo en la ciudad, sino que es compañera de laboratorio de Peter en la universidad, y antes de que lo penséis ya os digo que no es una pendona destroza parejas, al menos eso lo han respetado, es Peter el que la busca poniéndole cuernos a MJ sin el menor escrúpulo. Es hija del capitán de policía (interpretado por el insigne James Cromwell), y a su culo va casi siempre pegado un desagradable y estúpido personaje, el pedorro reportero Eddie Brock, que conforma la quinta y más penosa trama de este supremo bodrio, y del que ella pasa como de la mierda.
De todos modos, los amores y desamores de Gwen se van a tomar por culo totalmente en el último tercio de película (inmediatamente después del bailoteo del bar que habéis visto en el vídeo de antes, que es su última escena); cuando el Hombre De Arena y Venom se asocien de forma absurda e ilógica para secuestrar a Mary Jane dando lugar a la inevitable y cansina batalla final. Cuando esto ocurre, la simpática rubia desaparece como abducida por un OVNI, con lo que su participación en la historia queda convertida en un burdo relleno anecdótico, como si hubiera que sacar a Gwen Stacy “porque sale en el cómic y faltaba por salir” y punto, sin darle la verdadera importancia que merece este personaje, que podría haber tenido más juego en la batalla final (explotando por ejemplo la obsesión que siente Brock por ella, como ahora explicaré). En lugar de eso tenemos a la insoportable Mary Jane haciendo de damisela en apuros (otra vez, y van tres), absolutamente cansina y repetitiva.
LÍNEA ARGUMENTAL NUMERO 5: VENOM / EDDIE BROCK EL FOTÓGRAFO SARASA
Eddie Brock es un insufrible capullo de gestos irritantemente amanerados (gracias a la fusilable interpretación de Topher Grace que no parece tomarse en serio el personaje en ningún momento, aunque la verdad es que era difícil con un guion tan absurdo) que pretende conseguir un puesto fijo en el Daily Buggle trucando fotos de Spider-man con el Photoshop, para hacerle quedar como un criminal.
Aunque sus extraños ademanes y su forma de hablar a veces son harto sospechosos, los hechos son que babea como el perro de Socios y Sabuesos cada vez que atisba la curvilínea figura de Bryce Dallas Howard en la distancia, con su melena rubia platino ondeando al viento, sus turgentes senos moviéndose desafiantes con cada taconeo, sus penetrantes ojos… er… bueno, el gilipollas éste intenta colarle al simpático J.J Jameson unas fotos falsas de Spider-man robando un banco, pero Peter revela la verdad al furibundo editor y éste le despide. Añádase a esto que Peter se pone a cortejar a su amada, la súper buenorra Gwen Stacy, lo que por lo visto ya es suficiente motivo para que se vuelva completamente jarra y desee matar a Peter Parker, previa transformación en un horrible monstruo asesino (con ayuda del amigo chapapote simbionte).
La transformación del Fotógrafo-sarasa en Chapapote-sarasa ocurre el día en que se mete en una iglesia para rezarle a dios para que mate a Peter Parker (¿?) por todas las putadas que le ha hecho (anteriormente descritas), con tan mala suerte que decide hacerlo justo en el momento en que Parker se encuentra en la misma iglesia, a la misma bat-hora y en el mismo bat-canal arrancándose el puto traje negro de una vez en lo alto del campanario. Los pedazos los va arrojando lejos de sí (por el hueco de la torre) y le caen en todo el colodrillo al soplagaitas de Brock que se convierte al instante en el monstruo hecho por ordenador popularmente conocido como Venom.
“Hola amigos, soy Coco y os voy a enseñar la diferencia entre mucho y poco”
Rápidamente nos planteamos dos incógnitas, la primera de ellas es: ¿Peter Parker ES GILIPOLLAS O QUÉ? Sabe de sobra lo peligroso que es el puto chapapote ése y se va a un edificio público a deshacerse de él, tirando los pedazos por ahí alegremente, ¿por qué no se va directamente a un parque lleno de niños o al metro a quitárselo el muy subnormal?
Muy bien chaval, sobre todo abre bien la boca para que te entre mejor.
La segunda incógnita es: ¿POR QUÉ COJONES ESTOY CULPANDO A PETER PARKER CUANDO EL CULPABLE ES SAM RAIMI?
Pero no os creáis que nos hemos librado de los caretos y sobreactuaciones de Topher Grace, ¡ni de coña! Un elemento tan mierdero no podía ser desechado, claro que no, por eso a Sam Raimi se le ocurrió que Venom podía transmutar su fea cara de vez en cuando en la del odioso fotógrafo, para soltar alguna que otra frase estúpida que ya habéis podido paladear en el vídeo anterior (tranquilos que no os voy a torturar con otro vídeo de este desgraciado).
Total, que Brock/Venom quiere matar a Spider-man y se alía con el Hombre De Arena al que se encuentra casualmente en un callejón y como sabe que odia a Spider-man porque… porque… ¿Por qué lo sabe?…¡aaaaah claaarooo! LO SABE PORQUE LO PONE EN EL ESTÚPIDO GUION QUE HAN ESCRITO SAM RAIMI Y SU HERMANO, si es que me hago unas preguntas más tontas…
En fin, como Chapapote-man sabe que Arena-man le tiene tirria a Spider-man por haberle pegado, pues le propone tenderle una trampa-man con la pedorra de MJ como cebo. Total que la secuestran, la atan a una telaraña de hilos de chapapote en lo alto de un edificio en obras y hacen un llamamiento a Spider-man para que venga a pegarles si tiene cojones. El consiguiente enfrentamiento lo describo por separado a continuación, ya que es donde confluyen las cinco tramas argumentales para dar lugar a un vergonzoso ¿clímax? a la altura de todo lo visto hasta ahora (o sea, una mierda de tiranosaurio con gastroenteritis).
LA BATALLA FINAL DE LOS PUTOS HUEVOS
Spider-man y el DuendeVerde/TortugasNinja4RebornMegamixChampionEdition llegan a las inmediaciones del edificio en construcción donde El Hombre de Arena y el moña-Chapapote les esperan para el intercambio de leches final. Mientras MJ chilla como una descosida desde el interior de un taxi adherido a una enorme telaraña de chapapote que cuelga a tropecientos metros de altura, el Hombre De Arena, suponemos que absorbiendo algún montón de arena de las propias obras de albañilería se convierte en un PEDAZO DE MONSTRUO GIGANTE (¿he dicho montón de arena? como mínimo ha debido churruparse una playa entera) contra el que los dos héroes tendrán que librar una espectacular batalla que causa gran diversión a los ciudadanos que se han acercado al lugar para presenciar el emocionante espectáculo:
La población estadounidense se ha tragado tanta mierda por televisión gracias a la puta MTV que ya son incapaces de reaccionar con horror ante nada y todo les parece guay del Paraguay.
Total, que Spider-man y el… Duende / Tortuga Ninja (no confundir con Duende Tortuga a secas que es Chow Yun Fat) rescatan a MJ de la estúpida situación en la que se encuentra, y se ponen a hacer cabriolas por el aire subidos en el aerodeslizador/skateboard del puto Duende mientras la gente les aplaude y hace fotos. Después de que el Hombre De Arena se coma unas cuantas granadas duendiles, Venom se carga al Duende, y Spider-man procede a darle para el pelo al susodicho chapapote andante. Pero como la sustancia maleable de que está compuesto es inmune a los mamporros y a las patadas en los huevos, Spider-man debe vencerle mediante el uso de vibraciones sónicas (que por lo visto sí le afectan y bastante), concretamente se dedica a golpear unas barras de hierro previamente dispuestas en torno al bicho como los barrotes de una jaula, para que el sonido del metal vibrando le joda los oídos… O la mucosa intestinal… O algo…
“¡Muere jodida mancha de crudo! Y da gracias a que no tengo un portátil a mano con conexión a internet para hacerte saber lo que es el dolor de verdad“
Gracias a esto, Spider-man consigue sacar del interior del chapapote a Eddy Brock (¡mierda!) pero cuando finiquita a la viscosa criatura con una de las granadas del Duende, el fotógrafo sarasa se tira en plancha como para intentar coger la granada antes de que estalle, porque “le encanta ser malo y no quiere que destruyan al simbionte que le da poder”. Total, que el muy gilipollas se va a la mierda con los pies por delante junto con el puto simbionte cuando la granada le estalla en todo el jeto (¡uf, que alivio, esta no estaba caducada!):
Si el puto Eddie Brock no iba a salvarse, podían haberse ahorrado el sacar su puta cara a partir del momento que se convierte en Venom… Digo yo…
Entonces aparece el Hombre De Arena, que aunque ha recibido lo suyo en realidad está tan campante porque REALMENTE ES INDESTRUCTIBLE. Y como es indestructible, supone un serio dilema para la conclusión de su trama. Pero tranquilos que aquí llega Sam Raimi al rescate para meternos otra infamia por el culo y sin vaselina:
¡SÍ SEÑOR, CON DOS COJONES! “te perdono” y el tío se larga convertido en nube de arena… ¿A dónde? ¿a atracar otro furgón blindado? ¿a Marina d’or ciudad de vacaciones? ¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?
La película termina como las dos anteriores, con un funeral, esta vez es el de Larry Osborn (el Duende, para los que tenéis el síndrome de Korsakoff), al que Venom empaló con su propio deslizador en la batalla final (de tal palo tal astilla). Entre los asistentes a la ceremonia podemos vislumbrar brevemente otra vez a Gwen Stacy (pero nada, dos segundos escasos, y no dice nada), como para que nos acordemos de ella después de “tanta emoción”, mientras oímos por enésima vez el discursito de mierda de Peter Parker en voz en off, que ya no sé ni de lo que habla esta vez, ni me importa. Lo que a uno le importa en esos momentos es que la bazofia esta ha terminado y ya puede empezar a olvidarla.
CONSIDERACIONES FINALES
Lo que el señor Raimi ha perpetrado con ayuda de su hermano, sólo puede entenderse como una cruel mofa hacia los espectadores, y deja claro lo poco que importa el construir una buena historia cuando ya tienes engañado al público (que cree que va a ver algo similar a las anteriores entregas) y asegurada una recaudación que dobla lo invertido en la película sólo en el primer fin de semana. Spider-man 3 a mi juicio ni siquiera puede entenderse como película con planteamiento, nudo y desenlace, puesto que al verla, la impresión que se te queda es de que empezaron a pensar escenas supuestamente espectaculares donde meter efectos especiales por un tubo, pensando que así “encandilarían a los putos borregos que son los espectadores”, las apuntaron en un papel y luego intentaron buscar la forma de unirlas entre sí mediante ¿argumento? (la verdad es que hasta me da vergüenza llamarlo así…).
Eso sí, tengo que mencionarlo porque no sería justo si no lo hiciera: Hay TRES cosas que sí me gustaron en la peli (además del personaje de Flint Marko, que no su trama, y Bryce Dallas Howard, claro está). La primera es, por supuesto, J.K. Simmons en su papel del irascible J.J. Jameson, que por desgracia sale muy poco. Sus escenas (cómicas) son de las poquisimas con las que puedes reírte sin indignarte:
La segunda cosa que me gustó es el cameo obligado de Bruce Campbell interpretando al maitre de un restaurante francés, un momento cómico insertado con acierto en una escena que de otro modo hubiera sido muuuuy aburrida y cansina (Peter quiere pedirle a MJ que se case con él, pero la cosa sale mal porque blablabla, blabla… ya sabéis, la misma mierda sentimentaloide que se repite más que el ajo desde la primera película). Y en tercer y último lugar debo mencionar al casero de Parker y a su hija, también personajes básicamente cómicos ambos, que para mi gusto cumplen la función, que es hacer gracia, y de nuevo es una lástima que no salgan más (qué coño, ojalá salieran toda la película, me despierta mucho más el interés saber qué harán estos dos en su vida cotidiana, que las gilipolleces absurdas que rigen la vida de los protagonistas de esta mierda).
Por estos tres, J.K. Simmons y Bryce Dallas Howard no le pongo la calificación “cutre de la hostia”
Por desgracia, estos pocos elementos positivos son una minucia frente a los kilos y kilos de puro excremento que conforman el resto de la película, lo cual demuestra el poco interés que tenía Raimi en hacer un filme de Spider-man, y en cambio las muchas ganas de gastarse el dinero en hacer lo que le saliera de los huevos. Según se dice y parece que es verdad (yo le otorgo de un 20% a un 40% de veracidad a la historia, según quien me la cuente) a Raimi le “impusieron” los productores introducir la trama de Venom y el traje negro cuando la película sólo iba a tener como villanos a Flint Marko y al Duende / SpyKid; y que por esta “imposición forzada” (y no entraré en especular cómo de “forzada” fue, pero seguro que no le apuntaron con un arma) tuvieron que reescribir el guion y volver a rodar ciertas escenas, etc.
Esta es la excusa que ponen los fans de Raimi para justificar su bazofia, y yo digo ¿y la pasta que se ha embolsado qué? Si realmente no quería hacer esos cambios haber abandonado el proyecto, dejándolo en manos de alguien con interés en dirigirlo… ¿Cómo? aaaah que ya había firmado el contrato y estaba atado y engrilletado vilmente a la silla de director, pobreciiiiito… ¡COJONES, PUES NO HABER FIRMADO, AHORA TE JODES Y APECHUGAS QUE PARA ESO TE PAGAN! David Fincher sí que estuvo puteado en el rodaje de Alien 3, y cobrando como 10 veces menos, y no por eso dejó de hacer una película decente (aunque la versión del director le da como seis millones de patadas). Que no me vengan con milongas, que le obliguen a cambiar el guion no justifica que lo convierta en un truñazo colosal (y de todos modos me gustaría ver cómo de mejor era la versión original, porque solo con la trama del Hombre De Arena y el asesinato del Tío Ben ya hay para decirle cuatro cositas a Raimi). Me hubiera encantado que no recaudara ni un duro para ver a Sam Raimi dirigiendo telefilmes de mierda. Desgraciadamente no ha sido así, y a saber qué nueva aberración nos mete por el culo la próxima vez que le dé por “dirigir”.
En resumen, que me cago en Sam Raimi y en su puta mierda de Spider-man 3, y en todos aquellos que vendieron sus culos por una buena pasta y permitieron que se rodara una basura semejante. He dicho.