¿Cuál es la semilla que se planta para que crezcan películas? ¿Qué conversaciones tienen lugar para que acabemos soltando nuestros nueve euros? Ahora por fin os lo desvelamos en una nueva sección denominada ‘Pitch y Pichá’, en la cual, tras una ardua labor de investigación, -o mejor dicho, inventándonoslo todo-, os traemos esas charlas que llevan a nuestras obras favoritas… o a algunas que ni conocemos. Más probablemente lo segundo. Hoy…
VOYAGE OF TIME (2016)
“Hola, ¿Terrence Malick?”
(Con acento cherokee). “¿Quién pregunta?”
“Somos Hollywood, ¿qué onda?”
(Acento suyo). “Os dije que no me llamarais, que si quería algo que ya os llamaba yo”.
“Es que… nos tienes descolocaos, Terrence Malick. Te pasas 20 años sin dar palo, y luego parece que sacas una peli cada 2 semanas. Era para saber si andas en algo o no”.
“…”
“¿Terrence Malick?”
“…”
“¿Terrence Malick?”
“… Perdona. Es que estaba contemplando como un chinche trepaba de manera ardua por la hoja de una planta que tengo aquí en mi choz- digo, oficina”.
“Ajá…”
“Es que, con el peso del chinche, la hoja ha descendido de sus 105 grados habituales a 107 grados”.
“¿Lo has medido?”
“No me ha hecho falta. Me sé los ángulos a pelo. Soy Terrence Malick. Lo curioso es que, si calculas la variación de ángulo, es una metáfora perfecta para la existencia misma”.
“Ya. Mira, veo que estás ocupado…”
“Todos estamos ocupados. La vida es ocupación”.
“Vale. Pero… ¿estás con currele o no?”
“Con currele dice. Esta mañana he visto una arruga nueva en el nudillo, con un pelito. Y tengo que averiguar si es una arruga al que le ha salido un pelito, o un pelito al que le ha salido arruga. Que si estoy con currele, me dice”.
“Que si estás rodando, Terrence Malick…”
“Siempre estoy rodando. Todos rodamos. Somos ruedas en el abismo del conocimiento, y nuestro tiempo en la tierra es una cuesta de 118 grados”.
“¿No dijiste 107?”
“Eso es la existenci-mira, si no vas a intentar al menos entender lo básico, yo no sé para qué me molesto”.
“Vale, Terrence Malick, vale. A ver si lo pongo más claro: ¿estás, actualmente, en esta prisma de la existencia o cualquier otra, preparando o filmando una película?”
“Yo no puedo ser responsable de lo que hacen los otros Terrence Malick en otros prismas. Ellos han bebido de fuentes de naturaleza y nutrición muy distintos a los míos, y no puedo responder por sus acciones, solo por las mías prop-”
“Que si tienes peli preparada, Terrence Malick”.
“Por supuesto. He rodado seis”.
“¿Seis? ¡De puta madre! ¡Pues ya estás largando! ¿Qué nos traes?”
“Pues rodé una película muy emotiva sobre las mujeres que se quedaron atrás en la Segunda Guerra Mundial. Como todos se mueren por trabajar conmigo, he podido reclutar a las mejores actrices vivientes: Meryl Streep, Olivia Colman, Frances McDormand…”
“¡Yupi! Y, ¿cuándo la podremos ver?”
“Ah, no. He triturado el 90% del metraje”.
“Pero… ¿por qué?”
“No han sabido respetar mi visión”.
“Pero, amo a ver, Terrence Malick: ¿les has explicado tu visión?”
“Yo lo dejé bien claro. Estuve cuatro días con un tic en el ojo izquierdo, dándoles indirectas. Ni una lo pilló. Principiantes”.
“Entonces, se ha salvado un 10% del metraje. Conociéndote a ti, aún así tenemos peli de dos horas y media. ¿Es servible?”
“A mí me gusta. He gastado 80 millones de vuestro dinero en ese reparto, pero el reparto que se ha quedado en el metraje lo hizo por 30 pavos y un bocata de chopped a la hora de la merienda, día sí, día no”.
“¿Quién ha sobrevivido tus cortes, Terrence Malick?”
“Jóvenes valores en alza. Una stripper que vi leyendo Kant en un puti, una youtuber coreana y la niña pequeña de Médico de Familia, que ahora es mayor. Las cosas que han visto sus ojos… su mirada es una pesadilla. Sin Photoshop ni nada”.
“Mira, déjalo. ¿Algo más?”
“Sí. He hecho una remake de una de las vuestras, y con los actores originales”.
“¡Interesante! ¿De qué película se trata?”
“Speed”.
“¡Mooooola! Cuéntanos más”.
“Mira: abrimos en un plano fijo de un prado. Voy haciendo zoom muy lentamente para dentro y para fuera, enfocando meticulosamente en cada una de las especies que merodean por el prado”.
“¡No nos jodas, hombre! ¡Eso es Microcosmos!”
“No, es Speed”.
“¿Cómo va a ser Speed?”
“Me has interrumpido. Empiezo de nuevo, y te callas. Abrimos en un plano fijo de un prado. Voy haciendo zoom muy lentamente para dentro y para fuera, enfocando meticulosamente en cada una de las especies que merodean por el prado. Esto, y estoy siendo económico, dura hora y cuarenta y cinco. Mientras enfoco una mariquita de manchas poéticamente asimétricas, pasa a toda velocidad un autobús, y se oye a Keanu Reeves gritando “¡Whoooooa!” Luego, hago el mismo recorrido de zooms, pero a la inversa. Esto dura dos horas más. Fin”.
“Pero, ¿por qué dura más a la inversa si es lo mismo?”
“Porque ahora las criaturas cargan con el bagaje emocional de haber visto a Sandra Bullock y a Keanu Reeves en un autobús sobre su conciencia, y hay zumo que exprimir. Parece que no has visto una película en tu vida”.
“Vale, vale. Pues no, no nos convence. ¿Algo más?”
“Por supuesto. He vuelto a rodar con las estrellas indiscutibles de El Árbol de la Vida”.
“Bueno, por fin. Ahora ya nos vamos entendiendo. Brad Pitt, Jessica Chastain y Sean Penn ya son palabras mayores. La gente paga por verles en cualquier cosa. A El Árbol de la Vida me remito”.
“No, no, no, por Mí. Me refiero a las VERDADERAS estrellas de la cinta. Los dinosaurios CGI”.
“¿En serio? ¿Has hecho un spin-off de El Árbol de la Vida con los putos dinosaurios? ¿Rogue One: A Tree of Life Story?”
“Eso es solo parte de la historia”.
“¡Como si son cinco segundos! ¡Al que hizo eso le echaron de la versión de Jurassic World de The Asylum por no dar la talla!”
“No entorpezcas la visión de esta conversación. Verás, lo que cubro en esta película es LA HISTORIA COMPLETA DEL UNIVERSO ENTERO, DE PRINCIPIO A FIN”.
“¿En serio has podido hacer eso? ¿Cómo?”
“Pues he robado unos descartes de “Koyaanisqatsi”, y los he enlazado con algunos videos de Youtube. Busqué “gente pobre”, y a tirar”.
“¿Y eso es la historia del universo entero?”
“Bueno, casi. Acabé con unas escenas que hice en mi jardín bebiendo de la escena final de Love Actually”.
“¿La de la gente abrazándose con los Beach Boys de fondo?”
“Sí, pero, para meterles un zasca a los que dicen que no voy al grano, cambié “BEACH” por “BACH”. Es una letra menos. Y eso es ARTE.”
“Vale, me parece cojonudo, pero ¿cómo explica eso toda la historia del universo?”
“Pues, hombre… salen unos bichejos feos”.
“¿Bichejos feos?”
“Pero muy feos, muy feos, ¿eh? Hay una especie de pulpo que parece un kraken estreñido”.
“Y, ¿a mí me coño me importa eso?”
“Y tenemos un pez que va con los ojos muy abiertos, y la boca en forma de “o”, que parece constantemente sorprendido y confuso por una pregunta que le acaban de hacer. Le pusimos mote y todo: Mariano Rajoy“.
“No me lo estás vendiendo, Terrence Malick. ¿No tienes a ni un famoso en la peli?”
“¿Cuándo os he fallado yo? Pues claro. Tenemos a Brad Pitt“.
“¡Hombre, algo coherente!”
“Sip. Le grabé en una cabina mientras leía una lista de adjetivos. He conservado los mejores, como “magistral”, “majestuoso” y “mojado”. Y eso es sólo la M”.
“¿O sea que tenemos a Brad Pitt leyendo adjetivos, y además SIN VER ESA PRECIOSA CARA, durante dos horas?”
“No. A Brad Pitt le tenemos cuarenta minutos. Que luego se dio cuenta que estaba yo detrás y se piró. Por eso solo llegamos a la M. Pero ojo, que lo tengo todo pensado. Esa versión la sacamos EXCLUSIVAMENTE EN IMAX”.
“¡Coño, claro! ¡La gente que ve pelis de IMAX no mira a ver quién la ha dirigido!”
“Claaaaro. De hecho, no suelen saber ni de qué va. Se tragan la que ponen a la hora que vayan”.
“¡Has hecho algo bien, Terrence Malick!”
“Pero eso no es todo, ¿o acaso os pensabais que os iba a dejar sin pinícula?”
“¿Qué has hecho, Terrence Malick? ¡Que me tienes en ascuas!”
“He cogido los descartes de los descartes, y he hecho otra versión de duración estándar, bueno, la que vosotros llamáis estándar, para cines (tose) convencionales”.
“¿Y cómo has alargado la contribución de Brad Pitt para ello?”
“No lo he hecho. En la larga es Cate Blanchett“.
“¡Hombre, muy bien!”
“Sip. Cuando huía Brad Pitt del estudio, estaba tan afectado por el trauma que le entró de nuevo la síndrome Benjamin Button, se topó con ella en el parking, y le grité “eh, tú, pa dentro, que soy Terrence Malick”. Y claro, no sabía lo que le venía”.
“¡Muy perspicaz! Así que ¿tuviste a Cate Blanchett leyendo adjetivos durante hora y media?”
“No, hombre, no. Que no tomo a la gente por tonta. Les doy otra experiencia, y vendemos dos entradas. Y una de ellas a precio IMAX por lo que viene a ser un corto. Luego lo podemos vender por tercera vez en forma salvapantallas. Es que tengo unos huevos…”
“Ya te digo. Y, entonces, ¿de qué raja la Blanchett?”
“Decidí abandonar el rollo Attenborough, y me fui por otros lares. La tuve diciendo “madre” cada 23 segundos, y, entre medias, hacía preguntas existenciales, tipo “Madre… ¿qué es esto?” “Madre.. ¿me quieres?” “Oh, madre… ¿vengo de ti?” “Madre… ¿por qué vengo de ti?”“
“Muy profundo, pero eso me suena… oye, ¿no será?-“
“Sip. Es la autobiografía de José Ángel, el cristiano homosexual”.
“Mi cantimplora en una vagina rejuvenecida. ¡Por eso eres el amo! ¡Por eso te aguantamos!”
“Ya te digo yo”.
“Pero, oye, en el extranjero no se oirán las voces originales. Por ejemplo, ¿en España a quién tienes pensado?”
“Bueno, como te puedes imaginar, me he sacado ocho masters en cine español, y solo hay una voz que puede transmitir la pasión y delicadeza que luché por conseguir en la versión original: Moncho Borrajo”.
“Bueno… eso habrá que hablarlo”.
“…”
“¿Terrence Malick?”
“…”
“¿Terrence Malick?”
“…Perdona. Estaba meditando sobre el temperamento del viento. La gente cree que un tornado es un viento enfadado, pero ¿no será que el tornado es el típico amigo que habla gritando y siempre te acaba liando? ¿Y no será que un pedo es realmente el viento enfadado, y que un pedo silencioso es además pasivo-agresivo?”
“Taluegor, Terrence Malick“.
“Vagi bé“.
Según Toni Rodriguez McGinty, el autor de esta sección, todo ha salido de su cabecita y cualquier parecido con hechos o personajes reales son pura coincidencia. Para más coincidencias, observaciones, críticas e idas por las ramas, le podéis seguir, junto a su compañero Óscar Villalba, en el podcast Cine por los Codos, disponible en Ivoox y dónde sea que escucháis los podcast. Esto solo lo hace por la promo. Sería un detalle por vuestra parte, por muy mercenario que sea el tipejo.