¿Cuál es la semilla que se planta para que crezcan películas? ¿Qué conversaciones tienen lugar para que acabemos soltando nuestros nueve euros? Ahora por fin os lo desvelamos en la sección ‘Pitch y Pichá’, en la cual, tras una ardua labor de investigación, -o mejor dicho, inventándonoslo todo-, os traemos esas charlas que llevan a nuestras obras favoritas… o a algunas que ni conocemos. Más probablemente lo segundo. Hoy…
“Hola Hollywood, soy Estiben Sigal”.
“Joder, ya llama el pesao este otra vez, ¿cómo lo paso al buzón? Bah, lo dejaré sonar a ver si cuelg-mier-¡hombre, Estiben! ¡Cuánto tiempo! Dime: ¿has perdido el peso que te dijimos?”
“Nop”.
“¿Has dejado de engordar?”
“Nop”.
“Y… ¿has aprendido a actuar?”
“Sé cerrar los ojos para hacer como que soy duro”.
“Eso ya lo sabías hacer”.
“Entonces…nop“.
“¿Al menos has hecho networking? Te hemos dicho que tienes un no sé qué que no caes bien, y tienes que currarte eso, para que te podamos dar más trabajo”.
“Sí, eso sí. He estado haciendo networking, y he hecho dos buenos amigos, y además muy poderosos”.
“¡Hombre, muy bien! A ver, ¿quiénes?”
“Vladimir Putin y Kim Jong-Un“.
“Tu puta madre, Estiben Sigal. A ver si te enteras que esos son los maaaaalos. Los maaaaaalos”.
“Pues me dejan las chatinas a mitad de precio: descuento amigo”.
“No, pues así no, Estiben Sigal. Muy mal. No te vamos a dejar hacer pelis aquí este año. Sigue castigado por Bulgaria y ya retomamos el año que viene, a ver si has espabilado”.
“Is qui ni vingi i pidir hicir ini pilicili… listillo, que eres un listillo”.
“Entonces, ¿a qué vienes? No intentarás colarnos otra vez que nos quieres hacer de guardaespaldas. Bueno, si me escondo detrás tuyo, nadie me ver-“
“¡Golpe de aikido por teléfono!”
“Ay”.
“No, vengo para pediros otra cosa. Quiero un reality“.
“Hombre, eso ya es otra cosa: a viejas glorias como tú los metemos en un reality sin problema. No nos costáis casi nada, y la audiencia se lo traga todo, y nos forramos. Vamos a ver dónde te podemos colar: ¿quieres hacer baile de salón? ¿Cantar con máscara? ¿Cocinar mientras unos pijos te gritan tacos?”
“No, no, no… quiero que me sigan las cámaras mientras ejerzo mis labores”.
“Aclarémosnos, Estiben. Eso se llama making of, y ya vienen gratis de extras en los DVDs. Los DVDs que nadie compra…”
“No, no, no… esas labores no”.
“¿No pretenderás que te abramos otro dojo? Ya nos has chafado 28 tatamis. ¡Tatamis, Estiben Sigal! ¡Que son esponjas grandes, hombre!”
“No, tampoco quiero un dojo. Quiero que me sigáis mientras ejerzo las labores por las que nací: JUSTICIERO”.
“¿Has vuelto a soñar con Charles Bronson? Que son películas, Estiben, películas. Tú no puedes ir por allí repartiendo justicia a tu antojo. ¡Eso es ilegal!”
“En Rusia me dejan”.
“¡Que aquí no es lo mismo!”
“Además, no me refería a eso. Soy agente de la ley. Oficial”.
“¿Quién coño te iba a contratar a ti? ¿El Comandante Lassard?
(NOTA DEL AUTOR: Ya me he dado cuenta de que van varios de estos en los que hago mención a la saga Loca Academia de Policía. No me preguntes por qué. Bueno, a lo que iba…)
“No, soy agente de reserva en Louisiana”.
“¿Quién coño eres tú para ser agente de reserva en Louisiana?”
“Les moló cuando hice Señalado por la Muerte y me hicieron agente de reserva”.
“¡Pero si eso es un título honorario! ¡No quiere decir que tengas que ir a currar!”
“Pues voy todos los findes, salvo cuando toca hacer hípica con Vladi“.
“¿Y no te dicen nada, como por ejemplo que te vayas a tu puta casa, que allí no pintas nada?”
“Siempre llego con los ojos entrecerrados desde casa. No hay huevos”.
“¿Y así llevas…?”
“20 años”.
“Jodó“.
“Pero siempre operando por debajo del radar. Muuuuuy discretito“.
“O sea… ¿qué no haces nada, no?”
“¿Qué dices, hombre? Mira, ya he grabado un piloto. Te lo mando ahora por Whatsapp”.
“Recibido. Vamos a ver… pues sí. Allí estás, en la comisaria. ¿Un poco apretadito el uniforme, no?”
“Es el ángulo. Mi móvil ha perdido píxeles”.
“Ajá”.
“Mira, ahora sale un total de un compi mío. Ahora verás cómo me quieren”.
(se oye el piloto de fondo)
“Pues sí, un buen día se presentó aquí, y aquí sigue”.
“¿Lo ves, Hollywood? Allí está mi compañero Jack La Truzzo, alabando mi constancia”.
“Sí, Estiben, alabando… Bueno, y ¿qué haces?”
“Pues como verás, entramos en acción. Las cámaras detectan a un chaval intentando robar un coche. Como la noche está tranquilita, mandamos todas las unidades hacia ya cagando leches. Yo voy un poquito por detrás”.
“¿Por qué te cansa correr?”
“No, hombre, por estar debajo del radar. Piensa que soy de la CIA”.
“Ajám”.
“Y entonces la cámara les sigue a ellos, en plan Cops, mientras se dan a la persecución, y cuando les pillan, ellos están todo indignados, en plan “¡antes muerto, cerdos!”. Y allí llego yo”.
“Con los ojos entrecerrados”.
“Con los ojos entrecerrados, sí. Y me planto allí, y les digo “¿ves como no es buena idea ser maleante aquí en Louisiana?”
“Y los criminales se cagan vivos, ¿no?”
“No, tienen respeto. Es verme, como que se les olvida que están detenidos, sonrisa de par en par, y “¡Coño, Estiben Sigal!” Y yo, “CAPITÁN Estiben Sigal, si no te importa”…
“Pero, ¿no eras agente de reserva?”
“…y ellos “pero, ¿esto es una cámara oculta?” Y yo “vamos a ver: ¿qué cámara oculta te ha pedido a ti robar un coche?” Y dicen “coño, pues es verdad”, y nos sonreímos, y me piden un selfie, y me voy, soltando un “has sido detenido por Estiben Sigal PD. Enhorabuena”. Trabajo hecho”.
“Pero, ¿y el transporte al calabozo, el papeleo y eso?”
“No sé nada de eso. Pregunta a mi tropa”.
“Pero bueno, ¿toda una temporada de esto?”
“Nop. Uno: son tres temporadas. Y dos: siempre hay un arco argumental que le da el propósito a cada episodio”.
“¿Cómo que tres-?”
“Ya te explico”.
“Vale. Pues explícame lo del arco argumental”.
“Pues, por ejemplo, en un episodio, me dicen “jo, Estiben Sigal, es que no sabemos disparar, siendo polis y eso. Tú, que eres héroe de acción, ¿nos enseñas?”
“Pero sí son polis, además de un estado muy redneck, de esos donde gusta la segunda enmienda. ¿Cómo no van a saber disparar?”
“No saben disparar. Así que les enseño mi arte. Y lo flipan. Y les traigo unas pistolitas de regalo”.
“¿No tienen ellos ya?”
“No como estas. Son descartes de la KGB. Y total, que les cojo del brazo y les guío. Ellos se acojonan, porque creen que les voy a romper el brazo, pero les guío y solo les hago un poco de daño, porque soy tan hombre que no lo puedo evitar. Y les digo cosas como “no has estado mal. No llegas al nivel Estiben Sigal, porque con eso se nace, no se hace”. Y todos contentos.
“Y ¿qué más?”
“En otro episodio me entero de que hay muchos perros. Así que le digo a la poli “basta ya de detener a maleantes. Ya les pillaremos. Hoy, ponemos perros en adopción”.
“Guau”.
“Eso dicen los perros. Y los ponemos en adopción. Y viene gente y los adopta. Y ningún policía adopta ninguno. Así que yo adopto uno así cuco, porque así se ve que yo tengo el corazón más grande. Y se lo llevo a mi mujer, que es asiática, porque yo soy asiático, y me dice “¿qué coño hago yo con esto?” y le digo “ya lo averiguarás: es una enseñanza de Buda. Además, yo estoy ocupado haciendo selfie-detenciones a maleantes, y rodando “Muerto por Muerte II”.
“¿Algo más?”
“Hombre, no te voy a desvelar todo… pero en otro episodio, les hago un concierto de blues. Porque soy Bluesman del Mississippi”.
“¿Acaso hay algo que no seas, Estiben Sigal?”
“Soy el todo. Yo y Miquimaus“.
“Bueno, y ¿qué tal el concierto?”
“Hombreeeeee. ¿tú qué crees? Les cantó todos los hits de mis álbumes “Canciones de la Cueva de Cristal” y “Cura con Mojo”.
“¿Tienes discos?”
“Que síiiiii… y les canto los temazos como “No Me Llores”, “Ay, Dios Mio”, “Gore”, “Tiroteo en el Guateque”, “Mu Bonica, Ella”, y, como bis, las dos primeras partes de mi trilogía inacabada del “Culo”, “Culo de Caimán” y “Háblame al Culo”
(NOTA DEL AUTOR: TODOS ESTOS TÍTULOS EXISTEN DE VERDAD).
“Vaya. Y bueno, ya que no me vas a contar más, explícame lo de las tres temporadas”.
“Pues, a ver, hago las primeras dos en Louisiana. Luego, una ex-empleada me acusa de acoso sexual, tráfico de mujeres, y otras cosas. Porque me tiene celos. Así que me veo obligado a ir a un sitio donde eso no importa. Arizona”.
“¿Y luego?”
“Luego me acusan otra vez, y lo dejo ya, que no puedo con tantos celos. Pero pienso retomar allá donde sí me quieren”.
“No me digas-“
“Sip. Próximamente “Estiben Sigal: Justiciero en San Petersburgo”. Y luego crossover con Dennis Rodman, que hará lo mismo en Pyongyang”.
“Mira, tío, ya me estás dando dolor de cabeza, y tengo masajista. Devuélveme el dinero de los tatamis y trato hecho”.
“Domo origato”.
(clic)
(rin rin)
“Hola, aquí Hollywood”.
“¿Qué pasa contigo, Hollywood? ¿Le ofjeces un jeality a mi enemigo mojtal Estiben Sigal, y a mí no, que pa eso soy Chon Clod Vandam?
“Vaaaale, Chon Clod. ¿Qué nos ofreces?”
“Voy poj allí llojando pojque he jodado una película que no estjenan, y cjeo que puede salvaj al mundo”.
“¿De qué va?”
“Un tojneo de kickboxing, ¿poj?”
“No, nada. ¿Algo más?”
“Hago mucha pjomoción a mi hijo, y ando poj la playa, llojando y hablando poj mi amoj a la música clásica, mientjas escucho el tema del tjailej del Señoj de los Anillos”.
“Esto lo tengo que ver, flipao. Compro”.
“(llorando) Ay, mejci. Chetém. Au jevoij“.
(clic)
(rin rin)
“Hey, Hollywood, aquí el representante de Gari Busi”.
“Dimeee…”
“Me he enterado de que estás regalando realities a viejas glorias del cine de acción, y ¿quién no iba querer ver al prota de “A Prueba de Balas”, donde él solito improvisó el insulto “Culocuerno”?”
“¿En serio me estás vendiendo un reality con Gari Busi?”
“No, hombre. DOS. En uno, Gari nos explica su filosofía de la vida”.
“Hostia puta…”
“Bueno, realmente le filmamos mientras gritaba desde lo alto de una colina en la playa, pero pal caso nos vale”.
“¿Qué más?”
“…”
“¿Qué?”
“…”
“¡DIME!”
“Juezdemascotas“.
“¡COMPRO!”
“Ciaaaaao“.
(clic)
(rin rin)
“Hola, ¿Hollywood? Soy Mardacascos“.
“Mira, tío, lo tuyo sí me sabe mal. Nunca has tenido la carrera que mereces. Así que… tengo un reality para ti”.
“Pero yo quería una franquici-“
“TE DOY UN REALITY Y TE CALLAS”.
“Bueno. Así puedo mostrar mi arte y filosofía a la gente, supongo”.
“No. Vas a presentar un concurso de cocina. Y cada semana haces un movimiento de los tuyos y gritas el ingrediente sorpresa. A ver, haz una pose de las tuyas y grita un ingrediente. Si puede ser con acento japonés, mejor”.
“Pero si soy de Hawaii…”
“QUIERO ACENTO JAPONÉS”.
“Vaaaaleee… njnjnjnjnjnj, ¡hop! ¡BELBELECHOS!”
“Muy bien. Otra”.
“Njnjnjnjnjnj, ¡hop! ¡CLOQUETAS DE COCIDO DE RA ABUERA!“
“Ole tú. Última. Pero hazme una capoiera de esas”.
“Puf, vale. Tan, ta-chán, tan chan, ta-chán, tan chan, ¡hop! ¡BOOMEL KIROMÉTLICO DE CROLOFIRA!“
“Contratado”.
“¡Yupi!”
(clic)
“Janet, me voy a por mi masaje. No me pases más llamadas”.
“¿Ni siquiera de Chuck Norris?”
“Él ya penetra mi mente. No necesita teléfono”.
(ÚLTIMA NOTA DEL AUTOR: Todos estos realities existen de verdad. Y luego os preguntaréis por qué hacemos lo de Cinecutre. Si es una obligación, coño).
Según Toni Rodriguez McGinty, el autor de esta sección, todo ha salido de su cabecita y cualquier parecido con hechos o personajes reales son pura coincidencia. Para más coincidencias, observaciones, críticas e idas por las ramas, le podéis seguir, junto a su compañero Óscar Villalba, en el podcast Cine por los Codos, disponible en Ivoox y dónde sea que escucháis los podcast. Esto solo lo hace por la promo. Sería un detalle por vuestra parte, por muy mercenario que sea el tipejo.