Han pasado cinco años desde que el oscarizado Kevin Spacey fuese cancelado por aquello de que abusar sexualmente de los demás está mal visto. La gente puede decir que el tiempo lo cura todo, y tras unos años esperando a que todo se olvidase (incluyendo sus dos tétricas felicitaciones navideñas con tono amenazador), parece que Kevin Spacey ya está preparado para volver a la actuación… Una verdadera lástima que solo le den papeles para geezer teasers…
Con motivo del festival de Cannes, VMI Worldwide (productora a la que ya mismo le tengo echado el ojo por su ignota colección) ha decidido sacar a la venta su última película. Se llama “Peter Five Eight”, un intento de neo-noir lleno de incongruencias anacrónicas para aparentar que la película tiene estilo, cuando lo que le falta es dinero para situar la película en los años 20.
A pesar de que es una película que no pertenece estrictamente al cine de género, la película tiene elementos costrosos. Ver a Kevin Spacey poniendo carusas, luciendo uno de los peluquines más falsos que se han visto y sujetando todo tipo de armas a cada cual mas ridícula tiene su aquel. ¡Hasta contiene momentos cómicos matando a personas equivocadas sin querer! Por no mencionar el canónico CGI chungo de estas películas de bajo presupuesto y una de las persecuciones en coche más lentas, en claro homenaje a Ali G.
Como nota al pie de esta película, hay que comentar que el director, proveniente del mundo de los efectos especiales digitales, Michael Zaiko Hall, tiene pendiente de estreno otra cinta titulada “Hotel Dunsmuir”, situada en un famoso hotel real que se encuentra en el Condado de Siskiyou, lugar de rodaje de “Peter Five Eight”. En otras palabras, que han rodado dos películas rápidamente en el mismo sitio y han utilizado a la actriz Jet Jandreau para protagonizar ambas.
Por si fuera poco, esta es solo una de las tres películas protagonizadas por Kevin Spacey que están a la venta en Cannes. Desafortunadamente, no hay tráiler de los otros dos proyectos. Afortunadamente, los posters que hay son de lo más horrendo.
A la Izquierda tenemos “The Man Who Drew God”, un drama protagonizado y dirigido por Franco Nero y acompañado por Faye Dunaway sobre un artista ciego capaz de pintar retratos perfectos con tan solo oír la voz de la persona. A la derecha, tenemos “1242 – Gateway to the West”, una producción franco-húngara con Christopher Lambert y Eric Roberts acerca de la incursión de Genghis Khan en Europa.
Aunque aún le queden 7 películas más por estrenar, el hueco que ha dejado Bruce Willis en el mundillo de Randall Emmet y compañía es abismalmente grande. Los productores chupópteros de este tipo de productos andan ávidos de una cabeza flotante que estampar en sus pósters genéricos para poder venderse a plataformas de streaming y distribuidoras internacionales. Todo indica que Kevin Spacey es el salvador que se unirá a la parrilla de actores junto a Liam Neeson y John Travolta para realizar este tipo de películas, cuya única finalidad es engañar al consumidor.
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