Hay actores que llegan de lo más bajo a lo más alto del Olimpo cinematográfico y se convierten en estrellas. Hay otros que surgen de lo más bajo y regresan a lo más bajo, mientras su vida se mueve entre entre el firmamento y el infierno, y se convierten en leyendas.
En una página como esta no podemos negar que, entre ambos, tenemos especial predilección por los segundos. Y antes de que el listo de la clase empiece a enumerar su propio top ten, alguien que no puede faltar es Bela Lugosi, el hombre que encandiló y repelió a Hollywood interpretando a los más diversos monstruos. A él está dedicado “Lugosi. Ascenso y caída del Drácula de Hollywood”, un cómic que da una nueva dimensión a eso de instruir deleitando (aunque en una frecuencia distinta a ese Quijote en cómic, que más de uno usó de coartada para hacer creer al profe que había leído la novela de Cervantes y así sacarse el aprobado), con un viaje por la edad dorada de la ciudad de las estrellas desde su ángulo más oscuro.
Una historia que llega de la mano de Desfiladero, una editorial que nos ha traído monografías cinematográficas como “Cine de terror 1930-1939. Un mundo en sombras” y cómics dedicados al séptimo arte como “Chaplin en América”, en un volumen que incluye bocetos, bibliografía y filmografía.
“Lugosi. Ascenso y caída del Drácula de Hollywood” arranca con uno de los momentos más bajos en la vida del artista, su ingreso en una clínica de desintoxicación, y concluye cuando la abandona tres meses después, sumando un breve epílogo que nos conduce a su última actuación para una película, y que les sonará a todos aquellos que hayan visto “Ed Wood” (1994). La verdad es que fastidia que buena parte del planeta recuerde a Lugosi por la premiada cinta de Tim Burton, y no por la carrera tan larga que tuvo…
Sin embargo, hay que reconocer que la elección de este instante tan deprimente funciona a las mil maravillas. Y es que es la excusa perfecta para sumergirnos en un volcado de memoria, a ratos onírico, donde al protagonista le abordarán una serie de viejos conocidos, que incluyen al mismo Drácula in person y que incluso nos permitirá conocer su adolescencia en Hungría.
No faltan momentos emblemáticos, como su breve carrera política en Europa (auténtico precursor de los Reagan y Schwarzenegger de rigor), su trayectoria shakesperiana, su relación de admiración-odio con Karloff (más lo segundo, pero los medios parecían obsesionados con juntarlos), una turbulenta vida amorosa con más novias que el mismo Drácula o la interpretación de sus personajes más famosos.
Más allá de sus cintas vampíricas, lo cierto es que la filmografía de Lugosi es un auténtico catálogo de delicias de cine fantástico y de serie B. Ahí están películas como “Satanás” (1934), “La Legión De Los Hombres Sin Alma” (1932) o “Bela Lugosi meets a Brooklyn gorilla” (1952), filme que se atrevió a ir más allá del concepto de “el nombre antes del título”, incluyendo dicho nombre en el propio título. Se creerá Zack Snyder que ha inventado algo con su justiciosa liga…
“Lugosi. Ascenso y caída del Drácula de Hollywood” es un cómic que se disfruta de principio a fin, sin escamotear esos momentos que mellaron el ego de un hombre que pasó de interpretar a Otelo, a salir de un ataúd en un escenario, para jolgorio de un público digno de una Cutrecon. Una obra de la que puede disfrutar desde el cinéfilo devoto de la Filmoteca nivel Boyero, a aquellos que simplemente somos felices con sumergirnos en la más bizarra fantasía cinematográfica. Pero es, sobre todo, un bonito homenaje a un actor que simplemente fue un monstruo. Pero con mayúsculas.