Dracula 3000
Estados Unidos
86 minutos
Cinecutre.com advierte de que el visionado de esta película puede perjudicar seriamente la salud
Pinhead, Jason Vorhees, Lepreachaun o los Critters son algunos de los ilustres monstruos que se han dado alguna vez una vuelta por el espacio en alguna de sus innumerables secuelas. Es evidente que el rey de los monstruos no podía ser menos, Drácula no permitiría quedarse sin viaje espacial, así que aquí llega ¡Drácula 3000! Más le hubiera valido al pobre idiota haberse quedado languideciendo en su drecrépito castillo de Europa del este…
Por lo pronto viendo el póster, con ese aborto de cráneo de mono mezclado a golpe de photoshop con un intento de imitación barata de poster de H.R.Giger con frasecita al pie, intentando emular con dos cojones el celebérrimo “en el espacio nadie puede oir tus gritos“; uno puede esperar robots vampíricos, o cyborgs medio vampiros, o aliens vampiros, o sea, muñecos ridículos de los que reírse a gusto, pero en realidad no es más que una vil estafa. Sólo tenemos a un desconocido actor rumano disfrazado del Drácula de Christopher Lee, con capa, colmillos de plástico y harina en la cara. Aterrador, sencillamente aterrador. Eso sí, los intentos de plagio bochornosos a Alien y Horizonte final no se los quita nadie. Juzgad vosotros mismos.
DRACULA 3000: INFINITE SHITNESS
En el año 3000, la nave de rescate “Madre” (ahí, sutileza power) encuentra la desaparecida nave Demeter III (al menos esta no se llama Even Horizon, aleluya), una nave de carga desaparecida desde hacía 50 años. Sus tripulantes deciden abordarla para reclamar el rescate de su recuperación, lástima que tenga un indeseable invitado a bordo, ¡¡el conde Drácula!!
“¿Y esos ataudes?” “¡Son para los redactores de cinecutre.com!”
Dios, cuando terminó la película mi cabeza daba vueltas a la velocidad de la luz, intentando conectar todo lo que había visto y reflexionando sobre si esta era sin duda la peor película de vampiros que me había echado a la cara nunca. Todo, absolutamente todo, lo que en una película puede ir mal, no es que en esta vaya mal es que directamente se va a tomar por culo en una orgía de diálogos subnormalizantes y personajes que directamente te importan tres pitos.
A continuación vamos a ver a “los talentos” implicados y sus personajes en esta chufa espacial:
“Noto cómo la poca dignidad artística que me queda se va a tomar por culo.“
– Casper Van Dien (Starship Troopers, Siniestro), si no fuera por Skeleton Man, seguramente esta sería su peor película. Interpreta al resacoso y chuloputas capitán de la nave Madre, Abraham Van Helsing, descendiente directo del famoso cazavampiros.
– Erika Eleniak es la subcomandante Aurora Ash, que al final resulta ser un robot espía de la compañía (sí, exacto, la tía se llama Aurora ASH. Sin comentarios…) pero que antes de ser espía era un “placerbot” (textual, lo juro), o sea una “roboputa”, eso es un giro en la trama y no lo de El sexto sentido. Y no se despelota, no. No había dinero para pagarle una escena de desnudo, sólo para un contrato básico de actriz florero, camiseta de tirantes y aún gracias.
– Grant Swanby es el tetrapléjico profesor Arthur Holmwood (entre los irritantes guiños y los nombrecitos sacados de la novela, hay para rociar con gasolina y pegarles fuego a los responsables), actor de mierda en un papel de mierda que encima muere fuera de encuadre acuchillado con un crucifijo de plástico; una mierda de muerte.
¿He dicho que su nivel de interpretación es una mierda también?
– Alexandra Kamp-Groenveld es Mina Murray, actriz de cuarenta tacazos que interpreta a una becaria que hace prácticas de verano en la nave. ¿40 años y aún en prácticas? Y luego Oso55 aún se queja de estar de becario en EFE. Se supone que Drácula la vampiriza, pero ni se ve. Acaba empalada con un taco de billar en los higadillos.
Ponte mascarilla ponte, que ni por esas te vas a librar de la hedionda basura y del pestazo a cutrerío que te rodea…
– Coolio es Brett, alias “187”, rapero insoportable reconvertido a actor de mierdas de serie Z. Se supone que es un drogata y que quiere fumarse cualquier cosa y acaba convertido en vampiro. En un alarde de humor sin límites de los guionistas, su mote según nos cuentan, hace referencia a su C.I. (SÍ, COMO EL AYUDANTE DEL JEFE DE PRISIONES DE ALIEN 3, ES PARA DESTRIPARLOS). Su insufrible verborrea plagada de palabrotas y chistes sexuales llega a ser digna de fusilamiento sumario. En el siguiente vídeo tenéis un ejemplo.
– Tommy ‘Tiny’ Lister es Humvee, montaña de músculos cuya única función es repartir (se supone, aunque en realidad se tira casi todo el rato diciendo gilipolleces, ya que en la peli apenas pasa nada) y protagonizar una escena final a la altura de todo lo visto hasta el momento, que incluyo más adelante. Intenta rivalizar con 187 en su papel de cipote andante, pero se queda en un par de chistes sexuales breves que palidecen ante la diarrea verbal de guarradas de Coolio.
– Langley Kirkwood es Drácula, pero no un Drácula cualquiera, es el último superviviente de una raza de vampiros del planeta Transilvania, de la galaxia Cárpata, cuyo maléfico plan es estrellar la nave en la Tierra y reconvertirla en un buffet libre vampírico. ¡A ver quién se ríe ahora de Vampirella y su planeta Drakulón!
Primeros diseños del Conde Draco para la futura producción ‘Barrio Sésamo: la película’.
-Y por último, Udo Kier es el anterior capitán de la nave. Cualquier producción zetosa que se precie tiene que contener como mínimo uno de los siguientes cutre-actores secundarios de lujo: Udo Kier, Eric Roberts, Michael Parè o John Rhys-Davies. Udo Kier, con el último resquicio de dignidad que le quedaba, seguramente exigió grabar todas sus escenas en media tarde y sin interaccionar con el resto del deprimente reparto (sólo aparece esporádicamente en segmentos del vídeo-diario de a bordo de la nave, narrando la vorágine de horror (¿?) que sufrieron él y su tripulación hace 50 años), cobró su cheque y por la noche se lo debió fundir en azafatas de compañía.
Que no se me acerquen esos perdedores, que yo tengo un caché ¿eh?. ¡Que no se me acerquen!
Total, que los tripulantes de la nave espacial deciden abordar la abandonada Demeter III, para saquearla (hablando en plata). 187 no para de repetir escena sí, escena también, que quiere ir a buscar mierda para fumar, con lo cual, cuando encuentra unos ataúdes por ahí tirados decide abrirlos para ver si hay algo que fumar (nunca se sabe) liberando al Conde Drácula que, tras vampirizarle y secuestrar a Mina, espera escondido pacientemente durante setenta minutos para que los protagonistas se desquicien de tanto suspense, y que su ataque final sea más horripilante (vamos que en hora y diez no sucede UNA MIERDA, solo diálogos estupidizantes y chistes infectos de Coolio y el otro actor negro).
Y desde luego es horripilante lo vergonzoso que resulta, porque Drácula es un inútil que apenas sale un momento a mitad de la peli y luego al final, para que la arranquen un brazo con una puerta y lo dejen llorando de forma humillante:
Manda huevos que la única forma que se les ocurre de matar a este pobre imbécil es SACRIFICÁNDOSE TODOS Y MANDANDO LA NAVE DIRECTA AL SOL. Acojonante.
El que pide a gritos ser sacrificado es el director, que en lugar de esforzarse en adecentar mínimamente tamaña ñorda de guion, aún lo enmierda más, y de vez en cuando y sin venir a cuento te ensarta planos epilépticos de pasillos y corredores, como si le hubieran dado la cámara a un enfermo de parkinson montado en silla de ruedas y lo hubieran paseado por todo el decorado corriendo a toda hostia.
Y esa es otra, los decorados y el cochambroso diseño de producción al completo, con esos escenarios y ese atrezo de central eléctrica abandonada, que en ningún momento dan la sensación de tratarse de una nave, y con banderas e insignias de la antigua U.R.S.S. y posters de Lenin (¿¿¿???) por doquier:
Hay que reconocer que tienen su función. Como te dejan totalmente descolocado, ignoras el mobiliario de oficina de los 90 reciclado del rastro…
Panoplias de armas contemporáneas:
Armas de plástico de las que disparan bolitas, por supuesto, que las de fogueo son muy caras.
Y sets contruidos a partir de materiales de desecho y/o de dudosa procedencia:
Las dependencias de la nave Madre tienen todas las comodidades que un yonki negrata como 187 necesita para sentirse como en casa: un banco robado de la parada del metro, una tabla de surf decorada con motivos tribales y una cachimba para fumar droga a gusto.
Todo ello contribuye a dar una sensación y una atmósfera futurista que te cagas (Recordemos que están en el AÑO 3000).
Bueno, para rematar os dejo con el puto final de la película en formato Youtube, con propina tras los créditos incluida, que ejemplifica perfectamente lo cutre, denunciable y bochornoso que es este zurullo. Ahí va:
EN RESUMEN
No diré aquello tan manido de que Bram Stoker se estará revolviendo en su tumba, porque después de tanta versión, parodia y de que su puto nieto quiera hacer la segunda parte con manuscritos “prestados”, su respetable cadáver debe estar ya curado de espanto. Ahora, los responsables de la saga Alien y los de Horizonte Final deberían olvidar sus diferencias como compañías rivales (Fox y Paramount) y estudiar meterles un buen puro legal a estos bergantes, no por sacarles pasta, que está claro que no tienen, sino para quitarles las ganas de volver a hacer otra mierda como esta en el futuro. Claro que con la escasez de ideas que asola Hollywood, igual negocian la compra de la franquicia por precio irrisorio y sacan Drácula 4000, aún más horrenda…¡y en 3D!
Cuando pones “Drácula 3D” en Google, esa es la primera imagen que te sale. Definitivamente este personaje está acabado, caducado y hundido en la mierda…