¿Cuál es la semilla que se planta para que crezcan películas? ¿Qué conversaciones tienen lugar para que acabemos soltando nuestros nueve euros? Ahora por fin os lo desvelamos en una nueva sección denominada ‘Pitch y Pichá’, en la cual, tras una ardua labor de investigación, -o mejor dicho, inventándonoslo todo-, os traemos esas charlas que llevan a nuestras obras favoritas… o a algunas que ni conocemos. Más probablemente lo segundo. Hoy…
ROMA (2018)
“Hola, ¿Hollywood? ¿Qué tal? Al habla, un servidor, Alfonso Cuarón”.
“Joder, Alf, tío, que alegrías nos estáis dando últimamente los mexicanos. Oscars a cascoporro, y encima sois más majos que las pesetas, o sea, medio céntimo en los antiguos dólares”.
“Bueno, Iñárritu tiene su punto raro, como el de hacerse llamar “G. Iñárritu” para que los guiris lo paséis putas pronunciando su nombre, cuando podría llamarse fácilmente “González I”, que pa’ eso es su nombre, y lo de González os lo habéis aprendido ya por Speedy, pero, sí, Willy of the Bull y yo somos majetes”.
“Dime, Alfie”.
“Que tengo una idea brutal para un nueva epopeya”.
“¡Castañas al horno, man! ¿Qué delicia de grandes masas nos preparas? ¿Otra obra épica de ciencia-ficción a lo Gravity? ¿Más distopía a lo The Children that is of the Men? ¿O quieres darle otra vez calidad a una franquicia inexplicablemente popular como Harry Potter? Porque tenemos una idea cojonuda para Loca Academia de Policía. Mira, es un rollo social, pero con lo de siempre. Para combatir el racismo sistemático policial, el de los ruiditos se mete a infiltrado en el barrio. Es como Serpico, pero con kung fu mal doblado”.
“No, no, gracias, pero no. Ya lo tengo pensado. Agárrate al sillón, tío. ROMA”.
“¡Hostia, puta, que el chingón nos trae otro Gladiator! ¡Olé tus huevos toreros, Cuarón!”
“No. No es una de esas. Va de una sirvienta”.
“¿Eso qué es?”
“Hombre, pues… ¿sabes que tú, cuando sales de casa la tienes hecha un pifostio, y luego, cuando vuelves, está todo limpito?”
“Claro”.
“Pues eso lo hace una sirvienta”.
“¡Me cago en la mar! ¿Eso no se hacía solo?”
“Nop. Hay gente que hace eso por ti”.
“¿Y por qué? ¿Tienen TOC?”
“No, no tienen TOC. Lo hacen porque les pagas”.
“¿Les pago yo a esa gente? Puñetas. Y…esto…¿hay alguna manera de que me lo hagan sin pagarles?”
“Hombre, no, que luego quedamos mal y #oscarssowhite”.
“No, por el amor de Dios, otro de esos, no. Pues sí, les pagamos. Y, entonces, explícame más. ¿La sirvienta, qué hace? ¿Destapa una conspiración? ¿Se vuelve psicokiller? ¿Es guarrilla? Por Dios… ¿LAS TRES COSAS A LA VEZ?”
“No, hombre, hace las cosas de la casa. Friega-”
“No me suena”.
“Hace la vajilla-”
“No me suena”.
“Quita el polvo-”
“No me suena. O sea, que es ciencia-ficción”.
“No, tío, esto es lo que hace la gente pobre”.
“Ah, claro. Sentimiento y eso. Mola. ¿Y qué más?”
“Bueno, no mucho. Es autobiográfico. La sirvienta es como de la familia”.
“Ya lo voy pillando, o sea, ¿cómo Sra. Doubtfire? ¿Así como muy cachonda, y juega al fútbol, y escucha Aerosmith, y les enseña cosas a los niños, y resulta ser un tío?”
“No. A veces le dejamos ver la tele con nosotros”.
“Ah, qué bonito. Como si fuera una persona de verdad”.
“Bueno, es más por si queremos una Coca-Cola. Así la tenemos a mano para que vaya a buscarla”.
“¡Bien pensao, Cuarón! ¡Tú sí que sabes exprimir al máximo una chirimoya!”
“Poj claro”.
“¿Y luego, tema acción y eso? ¿Pumba, pumba?”
“Bueno, hay unos disturbios y tal. Todo muy gráfico”.
“Moooola. Y la sirvienta está allí con una metralleta a lo Arnie, soltando frases ingeniosas mientras mata a tó quisqui, en plan ´hoy sí que voy a tener que limpiaaaaarrrrr´”.
“No, ella está por allí. Pero se encuentra que uno de los implicados es el novio que le acaba de dejar”.
“¿Por qué le deja? ¿Se entera de que es pobre?”
“No, él también es pobre. Le deja porque le ha dejado embarazada”.
“Ah, pero ¿estos follan?”
“Claro, hombre. No tienen dinero para otra cosa”.
“Joder con los sindicalistas. Bueno, pues interesante. Y… ¿Quién tienes pensado para que haga de la sirvienta? Julia Roberts me dice que sí pero ya”.
“Bueno, yo había pensado más en una principiante. Por el sueño americano y eso”.
“¡Hostia, sí! Un diamante en bruto que actúe de la hostia por aquello del sueño americano. Pero que esté buena”.
“Bueno, buena, buena, tampoco está”.
“Entendido. Gorda gracioseta”.
“Tampoco. Normalita, y algo sosa”.
“Ya. Pero bueno, como es en Roma, tendrá ese algo exótico de las italianas. Eso siempre vende. Y luego la podemos colar en pelis de mafia”.
“Es que no tiene lugar en Roma la peli. Tiene lugar en México”.
“¿México? “¿Qué coño se te ha perdido a ti en México?”
“Sabes perfectamente que soy de México, Hollywood”.
“Hombre, ya, pero antes hacías pelis allí porque te no te quedaba otra. Ahora que te dejamos hacer pelis aquí, ¿pa’ qué mierdas te ibas a ir allí?”
“¡No te me enojes hombre! Ya sabes, lo que pide el corazón: raíces… sangre… tradición… cultura…”
“¿Me estás hablando en el idioma ese extraño tuyo?”
“Se llama español”.
“Sí, eso. Español. Oye: ¿la peli no me la harás en español, no?”
“Sí, pero no todo. Parte se hará en lenguas mixtecas”.
“¿QUÉ POLLAS ES ESO, TÍO RARO?”
“Lo hablan los de aquí. Los nativos”.
“Mira, tío, por mucho ‘Gravity’ y mucho Gravito. No quiero palabras raras en mi peli”.
“Tío… élfico”.
“¿Tienes elfos en tu peli?”
“No. La tía es mixteca y triqui”.
“¿Como el monstruo de las galletas?”
“No, joder. Es indígena”.
“Pero… ¿y por qué se llama ‘Roma’?”
“Porque tiene lugar en una urbanización llamada Colonia Roma”.
“Joder, pa eso al menos le pones Colonia. Se creerán que es una secuela de El Perfume. Mira, me lo estás poniendo muy chungo. Una peli, en español y “mistetas”, con una tía que ni está buena ni es gracioseta, que, a lo sumo, podremos colocar en Hollywood por las cuotas-”
“Después de esto, estará nominada al Oscar, pero sólo rodará cuatro cortos”.
“Hmmm. Al menos México es colorido”.
“Es en blanco y negro”.
“¡Tócate las pelotingues! Mira, tío, no me convences, por mucho Harry Potter, por mucho Gravity, por mucho-”
“Y Tu Mamá También”.
“¡La tuya, desgraciao!”
(clic)
(suena el tono “Marimba”)
“Hola, Netflix, al habla Fred Netflix ¿dígame?”
“Hola, Fred, soy Alfonso Cuarón”.
“¡Hombre! ¡Dame cosicas! ¡Quiero cosicas!”
“Es Cándida de los Fesser pero en plan coñazo”.
“¿Sale Tiger King?”
“No”.
“Da igual. ¡COMPRO ESA MIERDA!”
Según Toni Rodriguez McGinty, el autor de esta sección, todo ha salido de su cabecita y cualquier parecido con hechos o personajes reales son pura coincidencia. Para más coincidencias, observaciones, críticas e idas por las ramas, le podéis seguir, junto a su compañero Óscar Villalba, en el podcast Cine por los Codos, disponible en Ivoox y dónde sea que escucháis los podcast. Esto solo lo hace por la promo. Sería un detalle por vuestra parte, por muy mercenario que sea el tipejo.
Ya quisiera yo!