365 dni
Polonia
115 minutos
AVISO: ESTE ARTÍCULO CONTIENE IMÁGENES QUE PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR.
El presente artículo se sale bastante de lo acostumbrado en Cinecutre, dado que analiza una obra documental. No es la primera vez que hacemos algo así en esta web, pero sí va a ser la primera vez que no me veáis despotricar lo más mínimo ni usar lenguaje malsonante. Y es que la verdad, no le veo el motivo a que esto esté en la web, no es para tirar cohetes pero tampoco es “una basura”, ni siquiera se puede calificar como “cutre”. Es un documental corriente y moliente como los que se pueden ver en las sobremesas de La 2. Pero Oso, el webmaster, me ha insistido y bueno, allá voy, intentaré que no os aburráis…
EL ENCANTADOR DE MUJERES
‘365 días’, o ‘365 dni’, que es su título original polaco, se centra en documentar las actividades de un Hombre llamado Michele Morrone (que en el documental utiliza el alias de “Massimo”), un mafioso italiano cuyo padre es asesinado por agentes de una familia rival, y de pronto se ve al mando de la “empresa familiar”. Toda esta información parece un tanto irrelevante de entrada pero sirve para ponernos en contexto, y nos informa de los recursos y nivel de vida de este individuo, los cuales sí tienen gran importancia. El caso es que cinco años después del trágico suceso, Massimo captura un ejemplar de mujer de origen polaco y comienza el elaborado proceso de domesticarla para su uso como compañera sexual y productora de descendencia.
Cuando la mujer está asilvestrada y sin adiestrar tiene unas costumbres erráticas y e incoherentes. Como se aprecia en esta imagen, se niega a ducharse como signo de rebeldía pero en cambio, sí mantiene su cara perfectamente maquillada.
Massimo, a quien a partir de ahora me referiré como El Hombre, es de complexión fuerte y hábitos sexuales frecuentes y variados, y su poder adquisitivo causa atracción positiva y satisfactoria en todas las hembras (de ahí su importancia, como decía antes), lo cual podemos comprobar cuando recibe de forma entusiasta estimulación oral de una que se encuentra totalmente dispuesta para ello al primer contacto visual, durante un viaje en avión.
La ocasión para administrar una felación es vital en el día a día de las mujeres y muy satisfactoria para ellas, cuando se les brinda esta posibilidad correctamente, tal y como se aprecia en estas imágenes.
El ejemplar de mujer capturado es de piel blanca y cabello negro, cuenta con rasgos faciales atractivos y buen tono muscular aunque con escaso desarrollo mamario. La ausencia de vello corporal es completa. Se trata pues del prototipo aniñado (aunque su edad alcanza los 30 años), muy valorado en ciertas culturas y en 4chan. Se da por supuesta la ausencia de enfermedades venéreas o de otro tipo (algo muy importante, dado que se considera contraproducente e inadmisible el uso de elementos castradores como los preservativos para el proceso). Se pone como límite para el período de domesticación un año (los 365 días del título), tiempo que, como pronto veremos, excede en mucho el necesario (unas dos semanas).
Diferentes variedades de mujer. La que se nos presenta aquí correspondería al número 4.
Previamente a su captura, se nos permite observar al ejemplar en diferentes situaciones habituales, como tomar el sol en bikini, pasear balanceando las caderas por el borde de acantilados y comunicarse en su lenguaje natural polaco, una serie de sonidos con abundancia de consonantes africadas y palatales que resulta bastante exótica e inquisitiva. Le vemos interaccionar de esta forma con una suerte de compañero sexual, un macho alopécico y con deficiencia mental severa, al que reprende notoriamente por no responder con precisión a sus apetencias. La provocación y la insolencia de la mujer son constantes y muy aparentes en todo momento en estas escenas.
Demostración básica de cómo hay que transportar en avión a una mujer aún no domesticada, según la normativa europea vigente.
Una vez capturada la mujer como ya suponíamos, se muestra rebelde y poco receptiva, siendo necesarios los sedantes, la inmovilización física y algunos golpes leves para mantenerla bajo control durante los primeros días de su captura. Las técnicas son similares a las empleadas por Cesar Millán con los animales especialmente violentos.
La demostración y ostentación de liderazgo del Hombre es esencial para lograr el éxito, y es por ello que permite a la mujer verle torturando y ejecutando a otro hombre, un peligroso depredador pederasta, para inculcar a la espécimen la búsqueda de la protección de un único adiestrador, ya que los demás son peligrosos para ella. Tras esta fase inicial de contacto y sometimiento, observamos cómo la mujer es expuesta a dos estímulos básicos, a los que reacciona positivamente. El primero es la atracción por todo tipo de complementos y accesorios de vestir de alta gama, a los cuales afortunadamente el Hombre tiene acceso, gracias a sus casi infinitos recursos económicos y su inabarcable red de influencias (que incluye a la policía).
Bajo la supervisión de varios cuidadores, dejan que la mujer merodee y adquiera dichos artículos hasta aumentar su cantidad de endorfinas a niveles apropiados. Es un comportamiento observable en algunos pájaros como los córvidos, que tienden a acaparar objetos brillantes. Con esto se recalca y subraya la enorme importancia del dinero y las propiedades materiales en la domesticación de una mujer, constituye prácticamente la piedra angular del proceso.
La mujer adornando su cuerpo con lencería diseñada para excitar al macho. Su carácter silvestre sigue patente en este estadio, y llega a revolverse y lanzar expresiones desafiantes como “es la última vez que vas a ver esto”, o incluso intentar fugarse caminado en tacones en un coto fuertemente vigilado. Estas incoherencias son habituales en los procesos mentales de las mujeres, dada su escasa capacidad cerebral.
El segundo estímulo administrado es la excitación/represión sexual. El Hombre utiliza para esto a otras mujeres, previamente domadas, con las que practica el apareamiento frente a la mujer con el fin de elevar su excitación. Previamente hemos visto que este ejemplar es muy dado a las prácticas masturbatorias con juguetes, lo cual es corriente en otras especies como los bonobos o incluso los delfines, siendo capaz de auto-provocarse el orgasmo en pocos segundos.
La mujer masturbándose. Siempre elegante y coqueta en sus posturas, pues necesita resultar estética y armoniosa para cualquier posible observador para poder alcanzar el orgasmo.
Así pues se trata de un espécimen con una alta capacidad de excitación, y al someterla a este estímulo, con la adición de métodos de sujeción adecuados, se obtiene una reacción satisfactoria en un tiempo récord. Tras dejarla observar al Hombre recibir estimulación oral de una congénere entrenada en estas funciones (y aquí de nuevo cobra importancia el poder adquisitivo para poder costear tal asistencia técnica sin problemas), la mujer se encuentra dispuesta y ansiosa por recibir el primer acoplamiento, el cual le es negado, dejándola frustrada y anulada por el deseo sexual, con lo que su condicionamiento se completa.
El adiestramiento en cuatro pasos, Inmovilización, provocación (con la ayuda de otro ejemplar ya adiestrado), excitación y negación del placer. Nótese el uso de la iluminación en tonos violetas, que para la mujer está invariablemente asociada al placer sexual (como se puede ver en la imagen anterior en la que la vemos masturbándose)
No obstante, la frustración causa cierto efecto colateral negativo, una reacción de lo que se conoce como “orgullo femenino”, que consiste en adoptar una actitud provocativa hacia otros machos, a fin de ser tomada por ellos, buscando una reacción violenta del Hombre, que conlleva enfrentarse y eliminar al macho rival por el uso de la fuerza. Esto lo vemos cuando la mujer aprovecha una situación en la que va a ser exhibida como acompañante del Hombre en un Club de su propiedad, para vestirse y acicalarse inapropiadamente, a fin de incitar a su violación desautorizada, cosa que consigue, causando una violenta riña de Hombres.
La mujer acicalada para el celo. Obsérvese el pelo recogido en “cola de caballo” como indicativo de que está dispuesta para ser “montada”. Así como los gestos obscenos para provocar la deseada violación. Aunque no llega a apreciarse del todo en las imágenes, en este momento la mujer no lleva bragas, para facilitar el coito rápido.
Posteriormente, y siguiendo con esta llamada de atención provocada por la frustración sexual, la mujer intenta autolesionarse para captar la atención del hombre (salta de un barco amenazando con ahogarse). Esto indicaría definitivamente que la domesticación ha terminado, y empezaría de inmediato la fase de apareamiento compulsivo, a la cual la mujer se entrega sin ningún tipo de resistencia, siempre incentivada por el primer objeto de estímulo, y supervisada en todo momento por el resto de cuidadores. A esto se le llama “empoderamiento”, es decir, la mujer toma parte activa en su domesticación porque es lo que realmente desea.
Los correctivos constantes (imágenes 1 y 2), adecuadamente aplicados dan su fruto, la mujer cada vez se vuelve más desinhibida y sexualmente demandante. Apréciese en las imágenes 3 y 4, como asocia la ingesta de un helado de nata con la felación del miembro masculino y la degustación del fluido seminal eyaculado. (nota: dada la composición altamente azucarada del helado, suponemos que es regurgitado por la mujer con posterioridad a la escena).
Todo esto nos enseña que la aguda carencia de densidad neuronal de la mujer le confiere únicamente una apariencia de carácter destinada exclusivamente a hacerla provocadora para el Hombre, con una fuerza de voluntad fácilmente maleable con los recursos apropiados, y una incapacidad casi total para expresarse coherentemente (ej.: “NO” suele significar “SI, POR FAVOR LO ESTOY DESEANDO, SOY UNA GUARRA”). Desafortunadamente no nos queda claro si el control y gestión de esfínteres necesita de un entrenamiento adicional o si bien la mujer ha sido educada previamente en este aspecto, a efectos de la narración consideraremos que sí.
Aquí podemos observar a la mujer ya completamente domesticada proporcionando placer oral a su cuidador. Compárese con la segunda imagen del artículo.
El antiguo compañero sexual de la mujer, (el macho alopécico) es apartado también definitivamente del espécimen, algo a lo que no se opone una vez domesticada. Además sale a relucir la problemática con una captura anterior del Hombre, una mujer incorrectamente domesticada que pretende la exclusividad y la posesión de su criador. A esta mujer no la vemos demasiado, imagino que es difícil filmar un ejemplar en tales condiciones de dejadez y salvajismo. Todas estas situaciones en realidad no hacen más que provocar un incremento en el deseo sexual de la mujer, que aún se entrega con más fruición a su propietario, incluso en lugares fuera del entorno doméstico en el que ha sido condicionada (unos baños públicos). Posteriormente la mujer es liberada temporalmente y dejada sin vigilancia, con lo que nos es posible observarla en compañía de una congénere, con la que comparte hábitos de acaparamiento material, e incluso podemos observarlas en su ritual de acicalamiento con fines sexuales (es decir, generar atracción en el macho).
1) Mujeres tomando el sol. 2) Mujeres en actitud pro-lésbica. 3) Mujer posando para cualquier posible observador. 4) Mujeres bebiendo alcohol (Aviso: sin la supervisión de un Hombre esta situación suele desembocar en intoxicación etílica y/o violación).
Se hace patente de nuevo que estas dos funciones, acaparamiento y acicalamiento, son primordiales, y de hecho las únicas activas en la mujer, en su fase previa al embarazo, que por supuesto no tarda en llegar tras un número profuso de apareamientos, excelsamente documentados desde todos los ángulos, incluyendo desde el aire, gracias a la tecnología Dron. Esto es muy importante, pues efectuar una grabación lo menos intrusiva posible, con planos aéreos giratorios y teleobjetivos, proporciona unas condiciones idóneas para la desinhibición de la mujer, y mejora la observación de sus costumbres y acciones reflejas durante el coito.
La inmovilización de extremidades superiores y mantener los dientes presionados contra un objetivo blando (la cama) previene de posibles lesiones, pues la mujer, aun estando domesticada, puede tener reacciones violentas y agresivas hacia su cuidador durante el apareamiento.
Finalmente, con la mujer ya embarazada, el Hombre realiza los trámites pertinentes con sus progenitores para vincularse legalmente a ella (el anillado y el certificado de propiedad), y es entonces cuando llega el abrupto final. En él, vemos el coche en el que es transportada la mujer desapareciendo en un túnel de carretera. Al otro lado hay un coche patrulla con las luces de colores encendidas. No sabemos lo que le sucede a la mujer, pero suponemos que es malo porque vemos al Hombre gritando con desesperación, quizás entra en fase imago y de ahí pasa al estado “vieja y gorda”; en cualquier caso no queda explicado. El documental termina en este punto.
Una mujer vieja y gorda alimentándose de heces (imagen de archivo no perteneciente al documental).
Hasta aquí el contenido de la obra, vamos ahora con sus puntos negativos, que no son demasiados. Lo primero es que sus 115 minutos son totalmente excesivos, sobre todo cuando se está obviando una parte bastante importante del proceso como es el examen físico del espécimen (en ningún momento se efectúa exploración alguna sobre sus genitales o dentadura, por ejemplo), para sustituirla por contenido irrelevante para el tema principal. Las interacciones del Hombre con otros Hombres fuera del ámbito de la educación de la mujer no interesan a nadie y sobran por completo. Los hábitos de cortejo y comportamiento promiscuo de la hembra hacia otros machos, por el contrario, sí son importantes y son representados correctamente, así como otras costumbres de las mujeres y su escasa alimentación, pero se echa de menos la documentación de los hábitos de marcaje urinario y deposiciones en entorno no salvaje, así como concreción de dosis y tipo de sedantes necesarios según el peso y constitución del ejemplar.
El acicalamiento efectuado por homosexuales afeminados tiene una función doble, hacer más atractiva a la mujer para los Hombres reales y además reafirmar su empoderamiento de forma controlada sobre una subespecie de Hombre sin apetito sexual relevante o peligroso para el espécimen.
El uso de cacofonías continuas como banda sonora, puede resultar confuso también, dado que no es explicado, y apela a que el espectador conozca previamente el gusto que tiene la mayoría de las mujeres por esta clase de ruidos (dos de ellos los interpreta el propio Hombre, Michele Morrone, véase el elemento condicionador). Todo ello convierte a ‘365 días’ en un documental algo falto de profundidad y de escaso valor didáctico, que de hecho puede causar problemas a más de un criador inexperto si se toma estrictamente como referencia. Igualmente, ciertos recursos son utilizados de forma absurda, como los planos aéreos, antes mencionados, que en numerosas ocasiones muestran paisajes aleatorios sin más (ni siquiera hábitats típicos de mujeres, como polígonos o autovías).
Aunque no aparece en los créditos, se especula con que Peter Jackson o alguien de su equipo habitual, estuviera de algún modo implicado en la realización del documental.
En cualquier caso, aunque incompleto, los aspectos que sí trata sobre los usos y costumbres de las mujeres están perfectamente retratados, algo con lo que están de acuerdo las propias mujeres que han visto el film, y así lo han manifestado (esto es algo a lo que también son muy dadas, a manifestar su “opinión”, otra cosa es que sea relevante o lógica) con sus comentarios positivos en Internet. Que la realizadora de la película sea propiamente una mujer (suponemos que adiestrada y supervisada por un director hombre, claro está) ayuda a la fidelidad de las escenas.
Para finalizar, opino que ‘365 dni’ es de interés solamente para Hombres muy muy inexpertos, que aún se estén iniciando en sus primeras capturas. Sobrepasado ese punto, son mucho más interesantes los vídeos de Insex o Elitepain, más centrados en las técnicas avanzadas de adiestramiento y sobre todo mucho más concisos y carentes de metraje superfluo. Por lo demás, se deja ver.
Con el tiempo suficiente se pueden obtener resultados notables en la domesticación. (Recreación ficticia. Imagen no perteneciente al documental).
Que manera mas sublime de hacer mofa de esta “pelicula”. Ciertamente después de leer esta critica, es imperativo revisionarla con otro enfoque y este de documental le sienta de maravilla. Un diez.