Catwoman
Estados Unidos
100 minutos
Lo sé, lo sé, ha tardado, pero aquí está por fín. Posiblemente la más mugrienta y mierdera “adaptación” de un personaje de cómic al cine. Con todos vosotros ‘Catwoman’.
Lo que voy a hacer a continuación es leña del árbol caído, tarde y en plan cafre, porque la película de marras se lo merece a muerte, vaya que sí. Por muchas hostias que se haya llevado esta basura, y se las han metido hasta en el carnet de la biblioteca, y por mucho que convierta a Cinecutre en una web rancia, repetitiva y falta de imaginación, eso no va a salvar a Halle Berry, a Pitof y a su puta mierda de ‘Catwoman’ de llevarse otro round de patadas en el culo.
No me confundáis con un talifán pajillero del personaje. La verdad es que me la pela que el pobre Bob Kane haya llenado el ataúd de diarrea al ver lo que han hecho con su creación. De ladrona que se disfrazaba de anciana para robar, a ex -prostituta sado metida a justiciera enmascarada, Catwoman ya fue objeto en los cómics de una transformación descaradamente sexualizadora (para nuestra alegría, para qué engañarnos), que sumió en el olvido el verdadero (e insulso) origen del personaje. Tampoco se puede condenar demasiado a la película por mostrar una Catwoman de raza negra. Como mucho ahí está repitiendo (o intentando redimir) un error que en su día tardó TRES episodios en ser reparado:
Sí, es Eartha Kitt en la serie de televisión de los 60. No os acordabais ¿eh chavales? Normal, con lo rápido que la apedreó la audiencia, Y CON RAZÓN…
Así que no me voy a poner purista con eso, que la peli se pase por el forro los cómics no tiene mucha importancia, pues podría considerarse un paso más en la evolución del personaje ¿no? El problema es que ‘Catwoman’, la película, en lugar de hacer evolucionar al personaje lo convierte en un trozo de ñorda tan inmenso que no lo aguantan ni los pobres fans de Halle Berry, y eso que ellos ya están curtidos de tragarse todas las bazofias que ha hecho esta tía que no son pocas (de su puto Oscar por “enseñar” el parrús medio segundo ya ni hablo, que me enciendo).
Esta vez más que nunca tenían libertad para elegir, pero acabaron haciendo LO PUTO PEOR.
Empecemos por el principio.
CACAWOMAN
Halle Berry interpreta a una neurótica y ridícula diseñadora de publicidad horrorosamente vestida, como es normal en toda afroamericana de Hollywood, que trabaja para el departamento de marketing de una megaempresa de cosméticos. Su nombre, es Patience Phillips, pronunciado Peishens Filips, así que olvidaros de Selina Kyle. Si Catwoman es negra tendrá un nombre de negra acorde con los tiempos como está mandado, y aún gracias que no le han puesto apóstrofes ni números.
Bueno, esta tía esta híper puteada por sus jefes que le mandan trabajo sin parar blablabla huy qué estrés jiji jaja, y tiene como compañeros de oficina a una gorda salida y un marica histriónico.
La gorda cachonda, el maricón de las muecas… solo falta la feucha borde de las gafas para completar el “grupito de amigos irritantes de mierda de la protagonista”, que tanto nos ayuda a purgar el estómago en esas noches de indigestión…
Sus malvados jefes son el francés pedante de ‘Matrix Reloaded’, de nuevo haciendo el ridículo más sangrante:
-”¡Allons enfants de la Patrie Le jour de gloire est arrivé…!” Ah el idioma fgansés es genial…es como si hablagas con la boca llena de queso roquefogt…¿vegdad mon chegi?
-Qué gilipollas eres, me parto contigo…
Y su esposa Sharon Stone, que es la mala malísima de la película, y que está amargada porque se está haciendo vieja y pelleja y su marido se folla a la nueva e inexpresiva modelo imagen de la compañía, razón por la cual lo asesinará y pretenderá que todas las amargadas del mundo compren sus nocivas y carísimas cremas para así dominar el universo:
Bueno, ya me he quitado las bragas. ¿Cuándo descruzo las piernas?
Una noche Peish se queda a currar en la oficina para terminar unos diseños de publicidad que tiene que entregar antes de media noche. Por alguna razón que no llegan a explicarnos, el mensajero que ha de enviar los diseños a los laboratorios (¿?) de la empresa no se presenta, así que va ella misma a entregarlos.
Los laboratorios de Hedare Beauty resultan ser un complejo de edificios siniestros y mal iluminados situados en el extrarradio, en un desierto pantanoso lleno de gatos callejeros. En este lugar se llevan acabo macabros experimentos, tan macabros que no contratan ni a seguratas que guarden la puerta, no sea que se chiven de lo que se cuece allí dentro (sólo tienen a un par de esbirros que ni vigilan ni nada, sólo reaccionan cuando ya se les han colado dentro).
Y lo que se cuece es que el último producto creado por estos estafadores les deja a las usuarias unas llagas en la cara que ni Freddy Krueger. Peiches entra alegremente para entregar su encargo, sin encontrarse ni un triste pestillo en la puerta y descubre gracias a las pantallas technicolor del laboratorio este horrible chanchullo:
El encargado del puticlub de Se7en (Michael Massee) terminó trabajando en un lugar aún peor…
¿Y dónde está el ‘bisnes’ en un potingue que te deja la cara como las mierdas? Pues en que resulta que el susodicho mejunje es ADICTIVO, y por lo tanto las usuarias lo necesitarán seguir comprando eternamente, tócate los huevos. Sharon Stone, la nueva reina del mal.
Por supuesto a Peishens la descubren y la persiguen para matarla y que no diga nada. La muy estúpida huye por los “conductos” (una especie de túneles metálicos enormes que dan a un precipicio ¿¿¿???) y para eliminarla deciden “dragarlos”. Entonces descubrimos que en Hedare Beauty han descubierto el secreto para crear ¡agua asesina inteligente!:
Como se puede ver, los túneles son un laberinto de pasadizos interconectados con varios desagües al exterior, pero al bombear el agua a presión ¡ésta sólo sale por el túnel donde se encuentra la intrusa expulsándola y ahorrando un 75% de agua en cada asesinato! ¡Elimine a sus intrusos cómoda y económicamente!
Bueno, la imbécil sale disparada, arrastrada por el agua a presión, y su cadáver ahogado y cubierto de mugre acaba en un fangal donde los gatos vagabundos se reúnen para chuscar a la luz de la luna. Un gato de CGI se le sube encima y le eructa en la cara resucitándola. Pero algo ha cambiado en ella… ahora es… ¿deficiente mental?:
Haciendo el gilipollas la tía vagabundea hasta su apartamento. Pronto empieza a notar que algo raro le pasa cuando no puede dejar de hacer posturas y piruetas ridículas por toda la casa como una saltimbanqui mongólica, y atiborrarse de atún en escabeche.
A la noche siguiente Pichas decide cantarles la caña a los heavys piojosos de mierda del bloque de enfrente que nunca la dejan dormir porque ponen su puto metal a toda hostia. Usando sus nuevas capacidades gatunas, que como todo poseedor de un gato sabe, incluyen la fuerza muscular de un caballo percherón, tira la puerta a bajo de una coz y se pone a duchar a los greñudos con una manguera (¿?), que más tarde usa como látigo para ahostiarlos. Después de dejarles claro que a partir de ahora o escuchan Beyoncé o recibirán otra soberana paliza, se vuelve a su casa, saca un traje de puta del armario, se corta el pelo a trasquilones a dos manos y se viste para matar. Señoras y señores ahora sí que sí, ¡ha nacido CATWOMAN!:
Este horroroso atuendo se aputifa más a medida que avanza el filme, haciendo enseñar mas carnaza a Halle Berry, que a su vez le sacará el máximo partido a su “uniforme de prostituta de Sin City” meneando el culo estrafalariamente siempre que se lo enfunda, creyéndose sexy o algo así, cuando en realidad sólo es una hortera con la cara mas pintada que la furgoneta de Scooby Doo, que da ganas de pegarse un tiro de la vergüenza que da.
Y de aquí en adelante empieza la diarrea fílmica desatada. No lo he dicho (y sé de sobras que no le hacéis ni puto caso a la ficha de la película que aparece en la cabecera del artículo) así que lo digo ahora: el director de ‘Catwoman’ es el yonki del CGI francés conocido como Pitof, que antes de esta mierda sólo había dirigido la psicotrópica ‘Vidocq’ (2001), y que ha trabajado en los efectos visuales de bastantes películas francesas contemporáneas. En ‘Catwoman’, además de encontrarnos de nuevo con sus ya famosos zooms a la cara de los actores y sus estúpidos movimientos mareantes de cámara, la chifladura de este individuo por los efectos digitales se dispara, regalándonos el ya mencionado gato de CGI:
Reina… ¡el caos!
o las chillonas secuencias en las que la protagonista hace acrobacias por los tejados, con una Halle Berry digital que canta sevillanas:
Todo lo cual, aunque horrendo, sería mínimamente tolerable si no estuviera aderezado con una historia tan alcantarillera como todo lo que ya os he explicado, un guion tan nefasto que parece que rodaron sin él, una música DE PUTA MIERDA que viene a ser el típico grupo de cantantes negras tipo Destiny’s Child cantando sus mierda de coros “O-Oh, O-Oh” TODO EL PUTO RATO SIN PARAR, Y SIN IMPORTAR QUÉ ESCENA SEA, etnizando de forma descarada y absurda la película (sí, voy a criticarlo a riesgo de que algún subnormal me acuse de xenófobo, porque me parece patético y porque ODIO EL PUTO RHYTHM & SOUL); e intentando decirnos “subliminalmente” que lo negro mola mazo y que lo blanco apesta, con dos cojones.
Un hediondo y gilipollesco mensajito implícito, el de “las blancas son unas rancias que se pudren por dentro intentando mantener su belleza artificial mientras las negras están superguays de la muerte sin necesidad de potingues porque son negras, molan más y menean mejor el culo” que se va por el váter gracias a una Halle Berry más ridícula y mala actriz que nunca, poniendo morritos y poses de buscona exageradísimas, intentando parecer sexy y consiguiendo en su lugar dar vergüenza y tirria, siendo la película todavía más lamentable.
“¡¡¡Y ESSOOOOOOOO!!!!”
(en serio, en algunos momentos de la película ya estaba esperando que lo dijera…)
Llegamos ahora a la parte que os encanta, en la que me canso de contar la peli de corrido y os resumo las peores escenas (mejorando lo ya visto):
PEORES ESCENAS
¡Flash!
Por supuesto no puede haber película de Hollywood con protagonista femenina en la que no haya una historia de amor de mierda incrustada con calzador. En este caso el amor imposible de Catwoman es un policía latinoamericano (Benjamin Bratt), al que conoce cuando aún no es Catwoman, de la siguiente manera:
¡Coño! ¡Qué spin-off más bien presentado joder! ¿no lo habéis visto? El poli tarda cero coma en subir hasta el piso y rescatar a la pedorra. Es imposible excepto para otro superhéroe de DC… ¡FLASH!
O para este zurullo de película claro…
Ofelia (no, no es la gorda de ‘Mortadelo y Filemón’, aunque molaría)
Buscando en Google, Pocholis descubre que el gato de la cornisa, que es el mismo que la resucitó con su halitosis, es un Mau Egipcio con poderes sobrenaturales que sale en un huevo de cuadros y representaciones artísticas de todas las épocas y países. En el collar del gato hay un papelito con la dirección de su dueña, que es una tipa llamada Ofelia que tiene muchos gatos y una enorme biblioteca (nooo, no la interpreta Espido Freire, aunque también molaría). Ella le cuenta todo el trasfondo histórico de la peli, que es una mujer gato, que desde hace cientos de miles de años hay tipejas que se disfrazan de minino y pendonean por los tejados etc, etc. Para convencerla de ello la empuja desde un primer piso para que caiga de pie y le enseña un montón de fotos viejas y recortes que ya se han visto en la secuencia de créditos iniciales como para que no se nos olvide que es súper importante o algo:
Ah, no hay nada como que todas las pelis de personajes DC sean de Warner Bros, incluyendo ‘Batman Vuelve‘, para poder tirar de archivo fotográfico impunemente y hacernos los superguays metiendo guiños chachis…
Disco Inferno burn, baby burn
Gatúbela (¡te adoro, América Latina!) busca a los que la mataron para vengarse. Localiza a uno de ellos (el encargado del puticlub de ‘Se7en’) en una discoteca, donde lo atrapa y le da una somanta de palos no sin antes extasiar al personal y humillar a las “blanquitas de tetas operadas” con su flow de negra pendona a ritmo DE ESA PUTA MÚSICA OTRA VEZ (que no ha dejado de sonar en toda la película):
¡Catwoman desenmascarada!… ehhh… ¿hacía falta? ¿es que no lo sabían ya?
La subtrama del rollete con el poli se complica cuando la tipa empieza a disfrazarse de gato y a robar joyerías, ya que Peichis intenta evitar a toda costa que su amante madero descubra su doble identidad. El culmen de la ridiculez llega el día en que Catwoman tiene un encuentro con la bofia, y se “enfrenta” cuerpo a cuerpo con su amante que intenta esposarla, mientras se le restriega, le hace poses obscenas y le dice guarradas, con ese antifaz que no tapa una mierda y que se nota un huevo quién es en realidad (sin olvidar el pequeñísimo detalle DE LA VOZ), nos intentan hacer creer que el poli es autista o algo así y no se cosca de nada.
Pero para los polis subnormales de todo el mundo, afortunadamente, existe la ciencia. Catwoman se escapa y más tarde en comisaría la identifican gracias, atención, a la marca de pintalabios que le ha dejado en el jeto al estúpido policía. Con un superordenador de la muerte los agentes de la ley comparan la mancha de pintalabios con otra mancha idéntica dejada en un vaso, que el poli tuvo oportunidad de ¿robar? ¿fotografiar? cuando pasó la noche en casa de la tipeja, lo que permite establecer sin lugar a dudas (bueno, en un 99,9% de posibilidades) que Catwoman y Pichas son la misma persona:
“Match probability 99.9% ” sí, sí, mis cojones… a esto se le llama ”no sabemos cómo seguir la trama y nos inventamos la primera mierda que se nos ocurre”
Celda de máxima INseguridad
Catwoman acaba empapelada (como negra que es ya estaba tardando, y si no que le pregunten a Steven Seagal lo que pasa en el condado de Jefferson) la noche en que Sharon Stone le pide que venga a su casa para pedirle ayuda, se carga a su marido de un tiro y luego la acusa a ella de haberlo hecho delante de toda la guardia civil (eso por ir de buena samaritana). Pero su estancia en los calabozos de la comisaría no dura mucho, ya que el deficiente mental que construyó la puerta de la celda puso los barrotes tan separados que se puede pasar entre ellos sin dificultad:
Algún memo se creerá que sale gracias a sus poderes gatunos… ¿gatunos de qué? Si entre esos barrotes pasa hasta Precious…
Pelea de zorr… perdón, de gatas
Al final pasa lo que tiene que pasar, que Catwoman y Sharon Stone quedan en el edificio de Hedare Beauty, de noche cuando está iluminado con luz verdosa que mola más, para darse de hostias como dos chonis, a ritmo de LA PEOR MÚSICA JAMÁS ESCUCHADA EN UN ESCENA DE PELEA EN TODA LA HISTORIA DEL CINE. Para poner la cosa más emocionante, al final resulta que la crema esa que convierte tu cutis en marmitako, si te la aplicas en cantidades industriales te vuelve la cara más dura que el cemento y te hace insensible al dolor, lo que convierte a Sharon Stone en la súper villana más vergonzante del cine de superhéroes.
¡Tú también puedes ser invulnerable con la nueva crema Beau-Line de Hedare Beauty! (Advertencia: las primeras semanas se te pudrirá la cara y sólo es efectiva si te untas un mínimo de dos kilos por sesión).
La pelea final consiste en presenciar cómo las dos energúmenas intercambian frases DE MIERDA para la posteridad y alternan primeros planos de sus caras (especialmente destacable la de Halle Berry, que no deja de poner morritos de webcam slut ni cuando le están inflando la cara a mamporros), con planos generales donde las zorras de CGI nos corroen las retinas; y culmina con la muerte de la malosa, que se deja caer al vacío, agarraos a la silla, tras ver su rostro desfigurado reflejado en un cristal, lo cual no puede soportar porque es un ser superficial y subnormal del culo:
Después de “eso” que acabáis de ver viene la enésima secuencia de Catwoman en CGI saltando por los tejados meneando furciamente su poligonal culo, CON ESA HEDIONDA BASURA DE MÚSICA DE FONDO y FIN.
CONCLUSIONES
La verdad es que tengo que romper un lanza a favor de Halle Berry, que recogió en persona su premio Razzie por esta bazofia e incluso se atrevió a decir las siguientes palabras en la ceremonia:
“En primer lugar quiero dar las gracias a Warner Brothers, Gracias por meterme en una pedazo de mierda, y jodidamente mala película. Es justo lo que necesitaba mi carrera…”
Mi opinión personal es que lo que hizo protagonizando ‘Catwoman’ es tocar el techo de la mierda, al que ya empezó a aspirar cuando aceptó enseñar las tetas en la estúpida ‘Operación Swordfish’. Pero bueno, igualmente el gesto le honra. No le disculpa, porque, que yo sepa, no le apuntaron con una pistola para que hiciera la película (lo cual no dice mucho sobre su sentido de la dignidad y/o su estado de embriaguez cuando leyó el guion), pero le honra (un poquito) porque reconoce abiertamente que es un truño como un puño.
¿Os las enseño otra vez?… ¡Más quisierais!
Por lo demás se podía haber mordido la lengua cuando le preguntaron si quería el papel, aunque más importante que eso, le podrían haber dado un tranquimazín a Pitof para que se estuviera quietecito y no se gastara 100 MILLONES DE DÓLARES en hacer esta ful de Estambul. Se hubieran ahorrado un bien merecido hostión en taquilla y toneladas de insultos, procedentes de prácticamente todo el que la vio… bueno, menos algún que otro elemento de mente divergente, como siempre los hay.
En cuanto a Catwoman en sí, el personaje, es otro ejemplo más de heroína comiquera que cae en la humillación y el bochorno, ya sea por falta de ganas, de talento o de vergüenza. Y coged aire porque a la gatita ladrona se le abre ahora la puerta a una nueva oportunidad para caer todavía más bajo. Anne Hathaway es la escogida para encarnarla y Christopher Mongolan el encargado de defecarse en ella. ¿Nos sorprenderá con una Catwoman aún peor? Si alguien puede es él, desde luego…
Y mientras esperamos la nueva Catwoman del cine, podemos deleitarnos con la “Catwoman” real…
Todas las ostias que se metan a esto son pocas, pero el link que pones a fotogramas es lo verdaderamente criminal.
Como dato curioso sin venir a cuento, la actriz que hace de la Ofelia es la misma actriz que hace de la madre del Joker en la peli del Joaquin Phoenix. No sé si es casualidad o cruel ironía, pero vamos….